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Denuncian la ocupación y el abandono de una barraca municipal

Vecinos de l’Hort de Senabre alertan del deterioro de este Bien de Relevancia Local

Detalle de la barraca expropiada por el ayuntamiento, ocupada y con la luz encendida. | LEVANTE-EMV

La barraca municipal enclavada en un antiguo solar de l’ Hort de Senabre, cerca de la plaza Segovia, y cuyo entorno ha sido ahora reacondicionado, ha sido ocupada y se halla en avanzado estado de deterioro, según denuncian vecinos de la zona.

Esta construcción, más que centenaria, goza de una especial protección pues está declarada Bien de Relevancia Local y fue expropiada hace unos meses a los particulares que la mantenían habitada y bien conservada desde hace años. De hecho, está catalogada como Espacio Etnológico de Interés Local por sus valores arquitectónicos y culturales.

Sin embargo, hace medio año, según relatan residentes de la zona, ha pasado a manos del ayuntamiento. Las fuentes consultadas subrayan que es «una de las escasas construcciones tradicionales que quedan en la ciudad y mientras estuvo en manos privadas fue conservada gracias al esfuerzo de la familia a la que pertenecía». Sin embargo, ahora que ha sido adquirida por el consistorio, ha sido ocupada pese a que fue vallada.

El techo de la barraca, según fuentes solventes, «ha sido objeto de diversas mejoras para evitar humedades y posibles filtraciones en episodios de lluvias torrenciales, cuando pertenecía a sus anteriores propietarios».

De hecho, tiene una cubierta metálica que protege esta construcción de arquitectura singular. El mantenimiento de la antigua casona ha requerido diversas intervenciones para su conservación, sin embargo desde que ha pasado a ser propiedad del consistorio parece que presenta algunos desperfectos, lo que preocupa a los vecinos, ya que en caso de lluvias torrenciales pueden producirse destrozos en la estructura y en el tejado. Con todo, la explanada cercana a la barraca se utiliza ahora para aparcar coches y se han instalado bancos para el disfrute de los residentes.

Sea como fuere, la barraca, uno de los iconos de l’Horta de València, está en peligro de extinción. Sólo quedan en pie alrededor de 69 de estas edificaciones de las 2.500 que llegaron a registrarse en 1929. Este dato fue difundido hace un par de años por Enric Guinot, catedrático de historia medieval y codirector de la Càtedra l’Horta de Valencià: Territori Metropolità de la Universitat de València.

La cifra se extiende a las construcciones erigidas en la capital valenciana y en toda l’Horta. En general, el Ayuntamiento de València ha dado pasos para proteger y restaurar algunas de las barracas existentes en la capital valenciana. De hecho, están declaradas BRL, lo que obliga a la propiedad a mantenerlas y conservarlas.

Sin embargo, las que están en manos privadas el consistorio trata de adquirirlas para rehabilitarlas y destinarlas a un uso cívico, social o cultural. La dificultad añadida reside en que hay propietarios particulares que no tienen dinero para mantenerlas y las acaban dejando perder. Pero tampoco quieren venderlas a la administración local porque tratan de sacar el mejor precio.

En el caso que nos ocupa, en l’Hort de Senabre, los propietarios sí mantuvieron la barraca en buen estado y la habitaban hasta que fueron expropiados, por el valor sentimental que tiene para la familia. Sin embargo, ha sido recientemente cuando al ser expropiada parece estar en peor estado, concluyen las mismas fuentes.

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