La fachada municipal de València vuelve a la vida

El ayuntamiento proyecta el «mapping» dedicado a los sentimientos de la festividad sin tópicos ni connotación religiosa

Moisés Domínguez

Moisés Domínguez

Hubo un tiempo en el que la fachada del ayuntamiento era, en tiempo de Navidad, un derroche de luces. Era casi una calle adornada de falla ruzafeña. Una ostentación exagerada. Cuando cambió el gobierno municipal, las perillas se repartieron por toda la ciudad y dejaron el edificio consistorial con las guirnaldas mínimas. Ni tanto ni tan poco, seguramente. Pero este año, la fachada consistorial ha cobrado vida y así será hasta la víspera de Reyes. Todos los días, a las horas en punto de siete a diez de la noche, se emplea para emitir un «mapping». Una sucesión de mensajes, música y juegos digitales de imágenes que amenizan uno de los centros neurálgicos de la Navidad. Siete minutos que no aburren y que sirven para pasar un buen rato. 

El mapping se pone en plan trascendente cuando profundas voces anuncian mensajes y reflexionan. «La Navidad es el deseo sincero de que cada casa rebose de felicidad y de que cada camino nos guíe hacia la paz. Hasta que no nos invade el verdadero espíritu de la Navidad, es como si éste no existiera. Todo lo demás es apariencia. El decorado, porque no son los adornos, la nieve, el árbol ni la chimenea. La Navidad es el calor que regresa a las personas, la generosidad de compartir con los demás y la esperanza de continuar adelante. Es la ternura del pasado la importancia del presente y la esperanza del futuro». 

Las referencias más típicas son el copo de nieve, los lazos de decoración, el muérdago, las campanas, golosinas y muñecos de nieve, combinados con su toque steampunk, el Viaje a la Luna de Georges Méliès, Julio Verne, el cohete de Tintín y hasta Obelix hace un cameo. 

HORARIO DEL MAPPING

Todos los días, hasta el 4 de enero incluido, a las horas en punto: 19, 20, 21 y 22 h.

Su creador, Chema Siscar, de Momap Studio de Gandia explicaba el porqué de las cosas. «No he querido darle connotaciones religiosas. La respeto, pero quería salir de lo tópico. En estos espectáculos se va a la nieve, Papa Noel, la iconografía religiosa... he querido ir más a la parte de los sentimientos, espiritual, con pasajes más artísticos. Primero había que modelar la fachada para que cuadrara todo, la técnica. Y luego saber qué comunicar, el «story telling». De ahí me ha salido la idea de entrar más en los sentimientos del ser humano». 

Aseguró Joan Ribó, presente en el estreno, que le había convencido «porque lo que transmite vale para todos, sean creyentes y no. Es el valor de fraternidad, la paz. Es un mensaje muy chulo para la ciudad». La objeción la ponía el popular Santi Ballester. «Diría que sí, pero también. La Navidad es lo que es. Es en nacimiento de Jesús. No digo de convertirlo en el argumento total, pero ni una mínima alusión... ¿Que es bonito? Claro.Por lo menos le da un poco de luz a todo esto. Con un mapping no te equivocas».