El 70% de los perros que llegan a la protectora de València son de caza o potencialmente peligrosos

La protectora Modepran teme que la cifra aumente tras el fin de la temporada de caza, la nueva ley de Bienestar Animal y la reforma del Código Penal

Un galgo rescatado por la protectora Modepran.

Un galgo rescatado por la protectora Modepran. / Levante-EMV

Saray Fajardo

Saray Fajardo

Cada día las protectoras de València acogen a decenas de perros abandonados. En la mayoría de casos, los animales se encuentran en estado de desnutrición, cubiertos de heridas, con mucho miedo o deshidratados.

Sin embargo, la imagen todavía es más dantesca y desgarradora entre los perros de caza, sobre todo los galgos y podencos, y los perros potencialmente peligrosos (PPP). Lamentablemente estos perros son los que abundan en la mayor parte de los refugios. A modo de ejemplo, el 70% de los perros acogidos por la protectora de València, Modepran, son de caza o PPP.

No obstante, la cifra podría agravarse todavía más durante las próximas semanas coincidiendo con el fin del período de caza. Por eso, febrero es considerado el mes del galgo, ya que es el símbolo por excelencia de la caza. En este sentido, la vicepresidenta de la Sección de Derecho Animal en el Colegio de Abogados de València y dirigente de la protectora Modepran, Amparo Requena, señala a Levante-EMV que “las protectoras actualmente se encuentran sobrepasadas”. En sus palabras, “cada día llegan al refugio perros cazadores sin chip, con mucho miedo, famélicos, llenos de heridas y con enfermedades y lesiones. Muchas familias los acogen hasta que se encuentran en mejores condiciones y, por lo tanto, ya pueden ser adoptados”.

La mayoría de ellos no solo se encuentran en un estado físico aterrador, sino también psicológico. “Son animales que han vivido gran parte del tiempo en zulos. Tienen miedo y, por lo tanto, es difícil que socialicen”, denuncia Requena. Una vez rescatados, la protectora activa su propio protocolo. No solo intenta curar las heridas físicas, sino también psicológicas, que, en la mayoría de ocasiones, conllevan mucho más tiempo y trabajo. “Son animales que están destrozados, por lo que hay mucho trabajo a nivel psicológico. Los educadores caninos intentan rehabilitarlos, aunque, a veces, no se consigue”, explica Requena. Además, los perros de caza son la especie que tiene mayores dificultades a la hora de encontrar un nuevo hogar. "Es muy difícil que las familias los acojan, ya que se destinan a la caza y no es el prototipo que buscan", indica. Por ello, hace un llamamiento a la ciudadanía con el objetivo de revertir esta situación.

“La ley es un retroceso”

Modepran teme que la cifra de animales de caza abandonados crezca todavía más durante los próximos años como consecuencia de la ley de Bienestar Animal, aprobada esta semana en el Congreso, y por la reforma del Código Penal. Concretamente, la ley no incorpora la protección de los perros de caza, mientras que la reforma del Código Penal no incluye algunas conductas crueles hacia animales que ya estaban penalizadas desde 2015. Por lo tanto, en palabras de Requena, “muchos casos dejarán de ser delito y se castigarán con simples multas, por lo que más agresiones quedarán impunes o recibirán penas irrisorias. Es decir, el 90% de casos se van a derivar a unas simples multas".

Por eso, la vicepresidenta de la Sección de Derecho Animal en el Colegio de Abogados de València califica la ley como “un retroceso hacia décadas atrás”, ya que “van a quedar excluidos de este tipo de protección los animales que más lo necesitan”.

Ambas legislaciones comportarán consecuencias “muy graves” a corto y largo plazo, según Requena. “Habrá más abandonos, más muertes y los maltratadores quedarán impunes, ya que, antes había cárcel, pero ahora podrán enfrentarse solo a una multa. Dentro de unos años lloraremos por esto y veremos quién asume las consecuencias porque llegan tiempos muy duros para los animales”, lamenta la experta. La presidenta de Modepran concluye: “Existe una absoluta desolación y decepción entre las protectoras porque estamos muy lejos de cualquier país civilizado”.