El nuevo PAI del Grao coge impulso

El ayuntamiento inicia el procedimiento de evaluación ambiental del sector urbanístico tras eliminar las avenidas de tráfico. El plan prevé torres de 25 alturas y 3.000 viviendas, 800 de protección pública

Figuración del PAI del Grao

Figuración del PAI del Grao

A punto de terminar la legislatura, el nuevo PAI del Grao sin grandes avenidas de tráfico, con torres de 25 alturas, 3.000 viviendas (800 de protección pública) y un circuito de F1 reconvertido en recorrido biosaludable coge impulso. La junta de gobierno del Ayuntamiento de València aprobará mañana el inicio de los trámites para someter a evaluación ambiental estratégica simplificada la modificación del plan parcial del sector del Grao, uno de los últimos grandes desarrollos urbanísticos de València, bloqueado desde hace décadas por las cargas urbanísticas, entre ellas, el soterramiento de las vías del tren.

El acuerdo que se aprobará prevé la gestión directa por parte del ayuntamiento a través de la empresa municipal de urbanismo (Aumsa) del sector que de este modo mantiene el control del diseño de esta gran bolsa de suelo de ubicación estratégica en el frente marítimo de València. El PAI, que ha sido objeto de varias reformulaciones, incluye una de las mayores reservas de suelo para viviendas de protección pública, unas 800, de las que 285 se destinará a alquileres asequibles para colectivos vulnerables.

En el proceso de evaluación ambiental informarán las distintas administraciones y servicios municipales. El nuevo planeamiento urbanístico del Grao pasará deberá ser informado por 27 organismos, entre ellos la Autoridad Portuaria de València, la Dirección General de Cultura, el Ministerio de Interior (en el PAI se incluye un edificio de la Guardia Civil), Costas o la Confederación Hidrográfica del Júcar. Todos tienen ahora un plazo de 45 días para informar. La Concejalía de Desarrollo Urbano, con la socialista Sandra Gómez al frente, confía en poder sacar a exposición pública el planeamiento definitivo del Grao una vez pasado el verano. Una vez aprobado, se encargará el proyecto de reparcelación, luego la urbanización y por último el desarrollo de las viviendas y dotaciones.

Más de la mitad del suelo del Grao es propiedad del fondo británico Hayfin y del grupo inversor valenciano Atitlan. El ayuntamiento alcanzó el año pasado un acuerdo con los propietarios del suelo para repartir la deuda que dejó el circuito de F1 (42 millones de euros) y desbloquear el sector urbanístico, donde la edificabilidad se concentra al norte a los lados de la prolongación de la avenida de Francia y donde se da por hecho el soterramiento de las vías del tren, que atraviesan el frente marítimo y salen en la calle Ibiza. La pasarelas provisionales previstas sobre las vías del tren para conectar la Alameda y la avenida de Francia con el Grao desaparecen del planeamiento pero no se descartan como solución provisional en espera de la anunciacida prolongación del túnel de Serrería.