Hoteles y franquicias de comida rápida desplazan a las arrocerías centenarias del Paseo de Neptuno

Solo dos de las 24 arrocerías centenarias del Paseo de Neptuno (Miramar y la Paz) siguen en manos de las familias valencianas que las crearon. Los famosos restaurantes de la Pepica, l'Estimat, la Marcelina, la Rosa, Tres Copas, Genaro o la Muñeca por las que han pasado personajes ilustres y miembros de la realeza, como Hemingway, Ava Gardner, Orson Welles o los reyes Felipe y Letizia, han ido cambiando de manos y de actividad en los últimos años, dando entrada a nuevos negocios que han cambiado la imagen de la playa del Cabanyal y las Arenas.

València gráfica: volvemos a los chiringuitos de València y Alboraia de la época de EGB

Ver galería

Los restaurantes fundados por las familias Balaguer, Blanch, Gallart o Capilla han dado paso a edificios de apartamentos turísticos y hoteles (Neptuno, Sabbia Hotel o El Coso) algunos con restaurante y terraza de vistas privilegiada a la playa del Cabanyal. Otros se han reconvertido en restaurantes de comida italiana o tiendas de complementos (Ale Hop). En proyecto ya hay más hoteles como el que impulsa el dueño del Beach Club de la Marina, Antonio Calero, que también se ha hecho con la propiedad de otros restaurantes del paseo de Neptuno.

Cambios de modelo

Y es que los antiguos restaurantes y en origen humildes merendores para bañistas de clase media y popular son hoy un negocio en auge y en plena transformación. Despues de un siglo, la sociedad de barraqueros que obtuvo en 1924 la concesión real para la construcción de 45 "casetas" de baño con merendero ha pasado a ser la Asociación de Empresarios de Hostelería de la Playa de las Arenas, que con motivo del centenario y en colaboración con la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de València ha organizado una exposición al aire libre que se ha inaugurado en la céntrica y turística plaza de la Reina.

La asociación de hosteleros del Paseo de Neptuno inicia con esta exposición los actos culturales de conmemoración del centenario. La muestra, comisariada por el periodista Paco Varea, consta de cinco postes y 15 paneles que recorren fotográficamente las primeras barracas de baño, la época de la II República, la Guerra Civil, la postguerra y la etapa democrática, cuando se construyó el actual paseo marítimo de la ciudad, obra de los arquitectos Miguel Colomina y Juan Luis Piñón.

A la inauguración de la exposición han asistido antiguos propietarios de los restaurantes, como Carmen Fuster, nieta del fundador del Restaurante Genaro y Baños El Globo, o Paco Reig (La Muñeca) que vendió el restaurante hace apenas dos años. Algunos miraban con cierta nostalgia al pasado, cuando los merenderos se llenaban de gente en verano y el invierno se hacía duro. El trabajo del restaurante "es muy esclavo". Algunos de los que vendieron hace años conservaron las viviendas de los pisos superiores de los restaurantes. "Me gusta vivir aquí", comenta Carmen Fuster, que aún recuerda los trajes de baño hasta casi la rodilla que guardaba su abuelo.

Conexión con la Marina

Los que han resistido tienen confianza en el futuro. Esperan que el nuevo Plan Especial del Cabanyal, que contempla peatonalizar el entorno y derribar la valla que separa el paseo del recinto de la Marina, ayude a dinamizar la actividad turística y de ocio es esta zona. El creciente atractivo turístico de València y el potencial aún por explotar del Cabanyal-Canyamelar, en pleno proceso de regeneración urbanística y social, ha acabado con la estacionalidad de los negocios de hosteleria y restauración del paseo marítimo, ahora en pleno auge.

Memoria fotográfica

Las fotografías de la exposición que durante estos días se puede ver en la plaza de la Reina han sido cedidas por familiares de quienes regentaron los primeros locales e investigadores como Rafael Solaz y José Aledón. Además, se ha contado con la colaboración de Josep Vicent Lerma, historiador y arqueólogo. La muestra tiene fotos tan curiosas como una de las primeras imágenes del Balneario de las Arenas, construido en 1888, cuando se llamaba “Baños de Olas Las Arenas" o de los primeros merenderos y casetas con sus nombres originales: El Barco, El Tren, la Perla, El Globo, la Cándida o la España, origen de las actuales arrocerías.

El concejal de Acción Cultural, Patrimonio y Recursos Culturales, José Luis Moreno, asegura que “iniciativas de este tipo nos aportan esa visión fotográfica desconocida de la historia de València. Aunque muchos de nosotros hemos podido admirar decenas de fotografías de la playa de las Arenas, muchas otras no se habían visto hasta ahora".

Símbolo y referente

Por su parte, la concejala de Turismo, Paula Llobet, ha subrayado que “tenemos el privilegio de tener una espectacular playa urbana, que es un símbolo y una seña de identidad de nuestra ciudad. Una playa de la que disfrutan nuestros vecinos y también atrae a numerosos turistas. Además, se ha consolidado como una de las zonas más atractivas y visitadas de València gracias, en gran parte, a los restaurantes y negocios que se han instalado y mantenido en el paseo marítimo a lo largo de los años y que ya forman parte de la propia historia de la ciudad”.

El presidente de la asociación de hosteleros del Paseo de Neptuno, José Miguel Bielsa, afirma que “la exposición resalta la historia de los empresarios de una zona de la ciudad, los de las Playa de las Arenas, quienes a lo largo del tiempo han hecho del paseo marítimo una parte de su vida y de la ciudad. No podemos hablar de València sin citar esta parte de la capital".

Suscríbete para seguir leyendo