Tres hombres, una palanca y un coche a la fuga: así robaron el Apolo de Pinedo

El robo se produjo a las 23.30 horas y las cámaras de tráfico de la zona grabaron a los ladrones de la escultura

Así está la rotonda de Pinedo sin el Apolo

Moisés Domínguez

Eran las 23.30 horas. Dos hombres se subieron a la base de piedra que soportaba la réplica del Apolo de Pinedo, tallada en bronce por el escultor local Jaume Chornet e instalada en una rotonda de acceso a la pedanía en 1996. Seguidamente, los cacos emplearon una palanca para arrancar la estatua de sus anclajes metálicos. Clack. Por último, los ladrones con el Apolo se montaron en el coche de un tercer ladrón y se dieron a la fuga dejando atrás una rotonda con una peana rocosa completamente desnuda, ya sin su habitual morador. 

Con lo que probablemente no contaron los tres hombres en su maniobra de asalto y huida es que zona cuenta con varias cámaras de tráfico, de modo que su operación en noche cerrada no fue del todo furtiva. La Policía Local tiene en su poder las imágenes —tras ser alertados por la alcadesa pedánea, Cristina Peris— y la Guardia Civil se ha hecho cargo de la investigación con el objetivo de averiguar el nuevo paradero de la pieza, emblemática para la pedanía del sur. 

Trofeo de submarinistas

El Apolo sustraído de Pinedo es en realidad una réplica de la escultura original, del s.IV, hallada por cuatro submarinistas en 1963. En la actualidad, esta aparente imitación del Apolo Delphinios de finales del siglo II a.C permanece en el Museo de Prehistoria de València. Lo hace de manera incompleta, pues su posición doblada del brazo izquierdo indica que debió apoyarse sobre algún objeto o instrumento. También se apoyaba la réplica en un diván de piedra ahora vacío, no se sabe por cuánto tiempo. Pinedo quiere de vuelta su emblemática figura.