Roban el Apolo de Pinedo

La Policía Local y la Guardia Civil investigan la desaparición de esta réplica de la escultura original, encontrada en el fondo del mar en 1963 y guardada después en el Museo de Prehistoria de València

Así está la rotonda de Pinedo sin el Apolo

Moisés Domínguez

Pinedo está en shock. La réplica del Apolo que desde 1996 decoraba la rotonda de acceso a esta pedanía de València ha sido arrancada de su peana de piedra y los vecinos no se explican cómo ha podido ocurrir. Primero, porque el Apolo de Pinedo es un símbolo para cualquiera que haya puesto un pie en este núcleo poblacional incrustado en la Devesa del Saler. Segundo, porque la escultura de Jaume Chornet -sobre un original anónimo del s.IV- está elaborada en bronce, con lo que su peso probablemente no permita una maniobra de sustracción al alcance de un neófito en estas lides. 

Y a mayor gloria de los ladrones, una tercera razón convierte la acción en un disparate: la réplica tiene escaso valor. «Quien fuera pensando que se ha llevado una joya, en realidad se llevará un chasco», señalan en el Ayuntamiento sobre la figura instalada en la rotonda de acceso a la pedanía. Su valor es emocional, no tanto crematístico. 

La estatua original de bronce duerme en el Museo de Prehistoria de València después de que cuatro submarinistas la descubriesen de manera fortuita en diciembre de 1963. El Apolo de Pinedo, de claro estilo helenístico, es una copia de época imperial del Apolo Delphinios de finales del siglo II a.C. La posición doblada del brazo izquierdo indica que debió apoyarse sobre algún objeto o instrumento, probablemente la lira o la cítara, su atributo más representativo.

El Apolo de Pinedo tenía un velo de telarañas antes de ser sustraído

El Apolo de Pinedo tenía un velo de telarañas antes de ser sustraído / LEVANTE-EMV

Sobre la investigación -de momento- poco se puede decir. El servicio de Patrimonio Cultural avisó a la Policía Local para que inciara las primeras pesquisas y ésta ha incorporado a la Guardia Civil en la búsqueda del Apolo de Pinedo. Además, el propio Chornet ha visitado esta mañana el lugar de los hechos para comprobar los daños y tratar de averiguar cómo han podido hurtar la pieza, que estaba anclada a una especie de diván de piedra con unos pitones metálicos. 

A última hora de la tarde, unos vecinos explicaron a este periódico que la zona, pegada a la desembocadura del río Turia en la playa de Pinedo, suele estar transitada por unos vendedores de chatarra, que a menudo preguntan por más quincalla para mercadear con ella. 

Réplica de un dios romano

El Apolo de Pinedo debió de formar parte del cargamento de un barco naufragado. La estatua representa la figura de un joven desnudo, que el arqueólogo valenciano Domingo Fletcher identificó con Apolo, el dios romano de la música, la poesía y las profecías. También era el dios del Sol. Como tenía tantos poderes, es habitual verlo representado con diferentes atributos: a veces llevando un arco, pero también con una lira o conduciendo el carro que llevaba al Sol por los cielos. 

En este caso, la estatua es algo menor del natural (1,45 m) y, según especifica en la ficha del museo municipal de prehistoria, el proceso técnico de la cera perdida fue el método utilizado para fabricar las diferentes partes de la escultura que posteriormente debían soldarse. La pieza guarda paralelismos con dos relieves escultóricos procedentes de los teatros de Arlés y de Mileto, así como con un ejemplar en bulto redondo de la isla de Delos.

Descansa en un asiento rocoso

Como se ha dicho, los arqueólogos desconocen el tipo de soporte sobre el que habría de descansar la estatua; pero, dado que la zona de los glúteos estaba precortada, también se considera como opción la de un asiento rocoso, de acuerdo con la moda introducida en el Helenismo de representar divinidades como Apolo en un espacio natural. Fue de hecho el elemento de reposo elegido por el escultor, docente, artista falleroy vecino de Pinedo, Jaume Chornet, en su réplica del Apolo.