La lluvia obliga a suspender el tradicional Desfile de Resurrección en València

Las precipitaciones anunciadas para hoy han hecho acto de presencia en los primeros actos de esta mañana

Todas las entidades de la Semana Santa Marinera deciden suspender el acto colectivo que estaba previsto para mediodía

Tribuna de autoridades para el Desfile de Resurrección.

Tribuna de autoridades para el Desfile de Resurrección. / Moisés Domínguez

Finalmente las lluvias caídas sobre València han frenado el final de la Semana Santa Marinera. El Desfile de Resurrección que estaba previsto para que este mediodía recorriera las calles dels Poblats Marítims se ha suspendido por las precipitaciones que no han dado tregua en toda la mañana de hoy.

En la reunión que han mantenido esta misma mañana en el museo de la fiesta todos los presidentes de las hermandades y cofradías de la Semana Santa Marinera se ha decidido por 29 votos a favor y 2 en contra suspender el acto colecto previsto para hoy conocido como Desfile de Resurrección que recorre tradicionalmente las calles del barrio de Cabanyal. En esta reunión de urgencia se han valorado las condiciones meteorológicas de toda la jornada y si era viable la celebración del desfile. Tras debatir estos aspectos e incluso poner sobre la mesa la posibilidad de retrasarla a la tarde, los representantes de la Semana Santa Marinera han decidido no salir a la calle a procesionar.

La lluvia obliga a suspender el Desfile de Resucción en València.

La lluvia obliga a suspender el Desfile de Resucción en València. / Moisés Domínguez

La última vez que se suspendió el desfile, interrupción por pandemia aparte, fue en 2019, cuando una fuerte borrasca abortó los festejos de Jueves Santo a Domingo de Resurrección. Al año siguiente y 2021 ya hubo cancelación completa por la pandemia, celebrándose con normalidad en 2022 y 2023.

Cristo de Medinaceli y la accidentada Ofrenda marinera

Cuando las sensaciones eran esperanzadoras, al amanecer con el cielo contenido, el Domingo de Resurrección se ha tornado gris con la llegada de la lluvia. El Cristo de Medinaceli ha tenido una accidentada saluda al puerto para hacer la Ofrenda marinera: apenas ha dado tiempo a lanzar la corona de laurel y regresar a toda prisa a Santa Maria del Mar. Una vez, dentro se ha procedido a realizar el encuentro con la Dolorosa ya vestida de blanco.