El Consell de Cultura defiende la conexión subterránea del museo San Pío V con la Trinidad

Huguet propone que la conexión de ambos edificios, que en su idea propuso Santiago Grisolía, se analice comisión mixta formada por el Arzobispado y la Generalitat

El convento de la Trinidad

El convento de la Trinidad

El Consell Valencià de Cultura vuelve al hilo de la suspensión de las visitas guiadas al convento de la Trinidad, a la propuesta de ampliar el Museo de Bellas Artes San Pío V anexionando el cenobio del siglo XV, propiedad de la congregación de las Franciscanas Clarisas aunque cedido a la congregación de las Siervas del Hogar. El principal valedor del proyecto de conexión de ambos edificios, separados por la calle Alboraia, fue el anterior presidente del CVC, el fallecido Santiago Grisolía. También el actual secretario del órgano consultivo de la Generalitat, Jesús Huguet, quien insta a reactivar la comsiión mixta formada por la Generalitat y el Arzobispado y retomar el proyecto. Huguet recuerda que Grisolía llegó incluso a remitir un escrito al Ministerio de Cultura para que impulsara, a raíz de quedar el convento deshabitado tras el traslado al convento de la Puridad, en Ciutat Vella, de las últimas cuatro clarisas que lo habitaban, la compra del Convento de la Trinidad para destinarlo a la ampliación del Museo San Pío V.

Paso subterráneo

La propuesta planteaba conectar ambos edificios mediante un paso o túnel subterráneo. Huguet asegura que el proyecto tiene plena vigencia aunque el cenobio vuelva a estar habitado (el Arzobispado trasladó allí a una pequeña comunidad de monjas de Torrent, las Siervas del Hogar, tras alcanzar un acuerdo de cesión con la clarisas y desactivar así una eventual compra por parte de la Generalitat. El CVC habló en el marco de la comisión mixta creada por la Generalitat y el Arzobispado de este proyecto con el anterior presidente Ximo Puig. Hubo además varias visitas al monasterio, claro referente del gótico valenciano, para comprobar como se podría habilitar el espacio como extensión del museo sin interferir con la vida de clausura de las religiosas, explica Huguet, quien asegura que la actividad del museo podría ser compatible con el uso conventual, a pesar de las claras limitaciones de acceso a las zonas propiamente dichas de clausura. Las visitas guiadas para turistas, investigadores o público en general que entre 2013 y 2019 se realizaron a través de una empresa externa, fueron en este sentido un banco de pruebas. Las monjas clarisas han instado a las actuales ocupantes del museo a retomar las visitas guiadas, que ellas venían realizando tras rescindir el contrato con la empresa de guías, para cumplir con las exigencias de la ley de Patrimonio que obliga a los propietarios de Bienes de Interés Cultural a abrirlos cuatro veces al mes, al menos, y publicitar en medios los horarios, precios y gestión de reservas.

Informes previos

El Consell de Cultura hizo varios informes en los que instaba a la Generalitat a unir el San Pío V con la Trinidad. El convento de la Trinidad fue fundado sobre un cenobio anterior en 1444 por la reina Maria de Castilla que lo cedió a las monjas clarisas, que lo han ocupado ininterrumpidamente desde entonces. El actual Museo de Bellas Artes San Pío V, y antiguo seminario, de titularidad estatal y gestión autonómica, es una construcción posterior, concretamente del siglo XVII.

El Consell de Cultura siempre ha subrayado la relevancia cultural del monasterio de la Trinidad "uno de los ejes de la cultura, la hisotria y el patrimonio valenciano", recomendado llegar a un convenio con la orden de las clarisas para incorporar este edificio religioso como una "extensión" del Museo de Bellas Artes y evitar que el valioso patrimonio y legado del convento caiga en el olvido.

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