Por qué con la edad dormimos menos y nos despertamos más temprano

Los factores que provocan los cambios en el sueño pueden ser diferentes en cada persona

Por qué con la edad dormimos menos y nos despertamos más temprano.

Por qué con la edad dormimos menos y nos despertamos más temprano. / yourstockbank

Judith Rueda

Es importante tener en cuenta que aunque es común dormir menos horas y despertar cada vez más temprano a medida que envejecemos, los factores que provocan los cambios en el sueño pueden ser diferentes en cada persona. Además, si sufres problemas persistentes de descanso que afectan tu calidad de vida, es recomendable consultar a un médico o especialista en sueño para obtener un diagnóstico y tratamiento adecuados. No obstante, aquí se detallan los motivos más frecuentes por los que con la edad dormimos menos y nos despertamos más temprano:

  • Cambios hormonales: A medida que envejecemos, se producen cambios en la producción de hormonas, como la melatonina, que regula el sueño. Estos cambios pueden afectar la calidad y la cantidad de sueño.
  • Cambios en la estructura del sueño: Con la edad, la estructura del sueño puede cambiar. Se puede experimentar una disminución en la cantidad de sueño profundo y REM, lo que puede hacer que te despiertes con más frecuencia durante la noche.
  • Problemas de salud: Con el envejecimiento, es más común experimentar condiciones de salud crónicas, como el dolor crónico, la apnea del sueño o el síndrome de piernas inquietas, que pueden interferir en la calidad del sueño.
  • Cambios en el ritmo circadiano: El ritmo circadiano, que regula los ciclos de sueño-vigilia, puede cambiar con la edad. Esto puede hacer que te sientas más despierto durante el día y más somnoliento en la noche, lo que puede dificultar conciliar el sueño.
  • Cambios en la estructura cerebral: Con la edad, se producen cambios en la estructura y función del cerebro, incluyendo áreas que regulan el sueño. Esto puede afectar la capacidad de conciliar el sueño y mantener un sueño profundo y reparador.
  • Medicamentos: A medida que envejecemos, es más probable que necesitemos tomar medicamentos para tratar afecciones crónicas. Algunos medicamentos pueden tener efectos secundarios que afectan el sueño, como causar insomnio o aumentar la necesidad de orinar durante la noche.
  • Cambios en los hábitos diarios: Con el envejecimiento, es posible que se experimenten cambios en los horarios y rutinas diarias. Por ejemplo, es posible que las personas mayores se retiren temprano y se levanten más temprano, lo que puede hacer que duerman menos horas en general. También puede ser que tengas menos demandas laborales o familiares, lo que podría llevar a una menor necesidad de dormir o a una mayor dificultad para conciliar el sueño.
  • Menor necesidad de sueño: A medida que envejecemos, es posible que nuestro cuerpo necesite menos horas de sueño para funcionar adecuadamente. Algunas personas mayores encuentran que pueden sentirse descansadas y energizadas con menos horas de sueño.
  • Aumento de la ansiedad y el estrés: El envejecimiento puede estar asociado con un mayor nivel de estrés y preocupación, lo que puede dificultar conciliar el sueño o mantener un sueño profundo y reparador.