El motivo por el que la flor de Pascua puede convertirse en tu peor enemigo

El puente de diciembre es el momento de poner la decoración navideña, tal y como manda la tradición popular. Engalanar puertas, ventanas, mesas y cualquier otro elemento de nuestro hogar con motivos de la Natividad forma parte del yo común y de ese espíritu que invade cada día, cada lugar del planeta durante estos días y las próximas jornadas de diciembre.

Entre las tradiciones típicamente navideñas, además de colocar el árbol o el belén, está la de comprar (o mejor aún, regalar) una flor de Pascua, una planta de hojas grandes de color rojo que todos identificamos con las celebración de la Navidad.

La Poinsettia, como se la llama de manera científica, es una planta muy típica de estas fechas que, prácticamente, está presente en todos los hogares. Sin embargo, pese a su inocente aspecto, si tienes mascotas la flor de Pascua puede convertirse en su peor enemigo debido a que es tóxica para algunos animales de compañía, al menos para los más populares: perros y gatos.

A pesar de que la planta de Navidad no les resulta mortal, sí puede suponer un serio peligro para su salud. Y ni siquiera es necesario que se la coman: basta con frotarse contra ella para que empiecen a aparecer los primeros síntomas.

Gatos, perros y la planta de Navidad

La toxicidad de la Poinsettia se concentra en su savia, que sale al exterior al romper un tallo o una hoja. Si este líquido entra en contacto con la piel de nuestro perro o nuestro gato, o peor aún: si nuestra mascota lo ingiere, la reacción adversa es más que posible.

Los síntomas, que pueden variar de un animal a otro y que pueden ser más intensos en función de cada mascota, incluyen:

• diarrea
• vómitos
• irritación de la piel
• problemas oculares
• hipersalivación
• temblores
• fatiga o letargo
• picor
• ampollas
• deshidratación

Unos u otros síntomas dependerán de si el perro o el gato se ha comido la planta de Navidad y la cantidad que ha ingerido, o si por el contrario, simplemente se ha rozado o frotado contra la flor de Pascua. En este último caso, son más habituales los picores, irritación de piel y problemas oculares, mientras que en el primero lo habitual serían los vómitos, la diarrea, el letargo y la salivación excesiva.

Todos los problemas de salud que la planta de Navidad puede ocasionar a nuestros gatos o perros debido a su toxicidad no se circunscriben a la Poinsettia, puesto que otras plantas utilizadas típicamente en Navidad, como el acebo o el muérdago, también puede suponer un riesgo para nuestras mascotas, ya que también son tóxicas para ellos. En ambos casos, los síntomas son muy parecidos a los que presenta la intoxicación por la planta de Navidad.