Desde el ingreso en prisión de Dani Alves su mujer, Joana Sanz, había sido uno de los mayores apoyos, y al principio solo tenía palabras positivas hacia él. No obstante, parece que la joven ha cambiado de parecer, y con su último movimiento en redes sociales ha tomado distancia con el futbolista: ha decidido borrar todas las publicaciones de Instagram en las que salían juntos.