Más de cien personas, entre guardias, oficiales y ciudadanos, han querido rendir un emotivo homenaje a Pedro José Martínez Molina el día en que pasaba a la reserva tras 38 años de servicio en el puesto de la Guardia Civil de Picassent sirviendo a sus ciudadanos y siendo un ejemplo para todos por su profesionalidad y su trayectoria intachable.

Este guardia civil de Primera, uno de los pocos que quedan en la Comunitat, no se esperaba la sorpresa que le habían preparado sus compañeros en su último día de servicio en la calle. Al regresar de patrullar a las dos del mediodía se ha encontrado con decenas de compañeros esperándolo en formación. Algunos venidos de distintas partes de la provincia, que no se querían perder la ocasión de rendirle homenaje.

"Un icono, un referente, un ejemplo", así lo describen los que han compartido jornadas de trabajo con Pedro José, de 56 años, quien entró en la Benemérita con 18 años. Desde vivir de primera mano la desaparición y asesinato de las niñas de Alcàsser hasta llevara a cabo una detención hace escasos meses estando de paisano en Torrent. Pero sin lugar a dudas, las fuentes consultadas por este periódico destacan su factor humano.

Tras cantar el himno de la Guardia Civil el emotivo acto ha terminado con el arriado de la bandera y su entrega al guardia civil de primera, que desde hoy ha pasado a la reserva. Seguro que al comenzar el día no esperaba una despedida así.