Dicen que los gatos tienen siete vidas. Pues Laguna, el gato salvado en La Palma, casi consumió una de ellas en una dramática situación. Menos mal que cerca de él se encontraba el cabo de la UME, Juan Carlos Núñez, para auxiliarlo y salvarle la vida después de que el felino se estuviera asfixiando por la cantidad de gases y cenizas que había respirado por las emisiones del volcán Cumbre Vieja.