Si las manos son un espejo de la personalidad, el Villarreal CF tiene dos pares de campeonato. Sergio Asenjo (Palencia, 28 años) y Xavier Puchol «Puchol II» (Vinalesa, 26 años) defienden con sus dedos el escudo del club groguet cada semana, aunque en ámbitos totalmente distintos. El primero, uno de los porteros más laureados del fútbol español, es el responsable de proteger la portería del Villarreal CF ante los mejores equipos del continente. El segundo, una de las figuras más brillantes de la pilota valenciana, encarna la apuesta de la entidad castellonense por modernizar el deporte autóctono con nuevas fórmulas de asistencia a los pilotaris.
Levante-EMV reúne a los dos deportistas en la ciudad deportiva del Villarreal CF, donde después de conocerse, pasan a intercambiar sus sensaciones sobre dos mundos opuestos pero unidos por sus manos. De hecho, lo primero que hacen es mirárselas.
«He tenido pocas lesiones en las manos. Quizá algún esguince... Lo normal. Toco madera. Hay modelos de guantes con protecciones y Andrés Fernández, mi compañero, entrena con ellos. Para mí, es imposible. Cuanto más blando sea el guante más cómodo estoy, y si tengo molestias me vendo los dedos. Eso sí, entreno y juego siempre con muñequeras y con vendas, más por comodidad que otra cosa. Tuve un entrenador en el Atlético de Madrid que todas las pretemporadas nos mandaba entrenar sin guantes para poner fuertes las manos. Yo no aguantaba más de una semana. Me dolían mucho las manos», explica el guardameta castellano-leonés, que observa con curiosidad la pelota de vaqueta mientras Puchol II se mira las manos y sonríe. «En mi caso sí he tenido lesiones. Siendo la pelota tan dura, nos ponemos protecciones para amortiguar los golpes, pero sí que he tenido alguna inflitración en un dedo, esguinces, inflamaciones del tendón de la palma... Pero nunca he estado parado más de una semana. Cada jugador se protege de una manera diferente, con sus manías. Unos quieren más movilidad y otros prefieren sentir la pelota en los golpeos», advierte el de Vinalesa.
¿Y qué rival les obliga a poner las manos más duras? «Tengo compañeros, como Cheryshev, que la parten. Cristiano también le pega muy fuerte, pero ahora todos le dan duro y además el balón hace mil extraños», señala el arquero. «Todos los chavales que salen ahora golpean muy fácil. En mi caso Soro III es el que más fuerte le pega, pero también están Javi o Félix...», reconoce Puchol II.
Asenjo tarda un poco en imaginar y asimilar la fuerza que puede coger la pelota en un trinquet. «He visto alguna vez algo por televisión desde que estoy aquí, pero tampoco sé muy bien cómo funciona. La pelota vasca sí que la conozco porque a mi padre le gustaba mucho y cuando hacían partidas en la tele los sábados siempre las ponía. Veo que es un deporte muy dinámico y tiene que ser muy divertido de ver. Ya me he enterado que en Vila-real se juega los viernes, así que iré a ver alguna partida», apunta el meta.
En cambio, Puchol II conoce bien el fútbol y ya es uno más en La Cerámica. «Empecé jugando al fútbol, con 7 años. A pilota me apunté con 9 y compaginé los dos hasta los 16 años, cuando dejé de jugar a fútbol. Recuerdo que con 15 años me cambiaban a la media parte y llegaba a jugar a pilota con las zapatillas llenas de tierra del campo de fútbol. Hubo un momento en el que tenía que decidirme y fue por la pilota», revela el actual líder de la Lliga d´escala i corda.
Avanza la conversación y ambos se dan cuenta de que además de escudo, comparten algo más: una mentalidad fuerte. «El año pasado cometí un error grave contra el Valencia CF. Me la quitó el delantero (Santi Mina) y fue gol. Salí a dar la cara porque fue un error que había costado la derrota. Siempre digo que los porteros vivimos al borde del precipicio toda nuestra carrera. Un fallo es un gol. Hay que ser mentalmente muy fuerte para saber a lo que te expones mientras también disfrutas de lo que haces. Pensar siempre en el error hace que no disfrutes», advierte.
Puchol II escucha y asiente. «Yo tengo más margen de error que un portero, pero en mi posición de juego, la de rest, sabes que casi todo el juego pasa por ti. Eres el capitán del equipo para bien y para mal. Es parte del juego y hay que asumirlo», remata.
Inmerso uno en la lucha por la Champions y vivo en la Liga Europa, mientras que el otro espera las semifinales de la Lliga d´escala i corda, los dos se marcan objetivos más allá. «Quiero encontrar mi mejor nivel, han sido muchos meses fuera y queda trabajo para ver al mejor Asenjo. Hay que seguir currando. ¿Que si ir al Mundial de Rusia sería un milagro? Ahora no es algo en lo que piense. Hace cuatro meses no veía el momento de volver a jugar y ahora están saliendo bien las cosas», subraya el de Palencia.
«Este año tengo la espinita del Individual. El año pasado caí eliminado y ahora tengo muchas ganas de volver a estar ahí. Quiero ganar todos los campeonatos que pueda, siempre me respeten las lesiones y estar al 100% para disfrutar jugando. Tener esas sensaciones es lo mejor que te puede pasar», concluye Puchol II, feliz con su nueva etapa como deportista del Villarreal CF. «Es un club súper cercano. El primer día que conocí a José Manuel Llaneza y me enseñó el club noté que era como si lo conociese de toda la vida. La gente es cercana, seria y profesional. El deportista busca eso, estar cómodo en un sitio», afirma l´escaleter. «Lo ponen todo a disposición del deportista y no puedes pedir más para desarrollar tu profesión», añade Asenjo para firmar el último quinze de su particular mano a mano con Puchol II.
El Villarreal CF está en buenas manos.
Lesiones: «Cuando pasas por una operación le das muchas vueltas a la cabeza»
Ambos deportistas han demostrado a lo largo de sus trayectorias profesionales saber hacer frente a las lesiones para regresar al juego lo antes posible. En el caso de Sergio Asenjo, el futbolista ha pasado hasta por cuatro roturas de ligamento de la rodilla, la última hace un año. ¿Cómo se sale de ese túnel?
«En mi caso, por orgullo. Por demostrarte a ti mismo que puedes seguir adelante, que quieres seguir haciendo lo que más te gusta. Hay grandes doctores que hacen operaciones a un nivel muy alto y luego ya depende de cada uno el trabajo que esté dispuesto a hacer. Quiero demostrarme que puedo seguir compitiendo al máximo nivel. Sabía que si no eran seis, pues serían ocho meses, pero había que pelear para volver a jugar», destaca el meta del Villarreal CF, que ahora disfruta regularmente de la titularidad en el equipo de Javi Calleja.
Puchol II, por su parte, ha tenido más suerte. En sus inicios como pilotari profesional tuvo que ser intervenido del hombro por una lesión grave que amenazó su carrera. «Es importante el tema físico, pero sobre todo el psicológico. Cuando pasas por una operación le das muchas vueltas a la cabeza. Yo tenía 21 años cuando me operé del hombro, estaba entonces en pleno despegue de mi carrera y te planteas cosas negativas. Sólo queda que centrarse en dar el 100% para rehabilitarte y estar en la cancha. El día después de aquella operación tuvo que meterme en la cabeza que iba a recuperarme y que iba a ser el de antes», cuenta el de Vinalesa.
