Justo ahora que solo quedan siete jornadas para finalizar la temporada y que todos los equipos apuran sus opciones de pelear por sus objetivos, el Villarreal CF vive una de sus semanas más complicadas. Sus dos últimas derrotas en la competición doméstica ante el Málaga a domicilio (1-0) y contra el Athletic Club en el Estadio de la Cerámica (1-3) han propiciado que el plantel que entrena Javi Calleja haya cedido la quinta plaza de la tabla que defendía y vea comprometido su futuro europepo.

Pero al margen de lo puramente deportivo, preocupa la saluda de Pablo Fornals. El centrocampista castellonense, de 22 años, sufrió un nuevo desvanecimiento ante el Athletic y quedó ingresado en el hospital Rey Don Jaime de la capital de la Plana. Fornals, quien ya sufrió un capítulo similar el pasado mes de diciembre y se quedó sin jugar ante el Barcelona (regresó al equipo una semana después), pasó la mañana en el centro hospitalario y por la tarde fue a València para ser sometido a nuevas pruebas médicas en el hospital 9 d´Octubre.

Todos los estudios para detectar algún tipo de patología fueron negativos, asumiendo así el diagnóstico de síncope vasovagal, lo que le permitirá reincorporarse a su rutina deportiva normal en el corto plazo. Eso sí, un poco más tarde de lo previsto puesto que, de forma accidental, se dio un golpe en la mano derecha y presenta una fractura en el quinto metacarpiano que le obligará a estar al margen dos o tres semanas.

«Me mareo, veo borroso y al momento recupero la conciencia. Es la cuarta vez que me pasa. Los síntomas son los mismos que había sufrido otras veces», reconocía el propio jugador tras el partido ante el Athletic en declaraciones a ´El Partidazo de Cope´.

Y es que con anterioridad a los dos episodios sufridos en el Villarreal también había sufrido otros síncopes vasovagales en el Málaga. Este hace que la frecuencia cardíaca y la presión arterial disminuyan abruptamente y, como consecuencia, el flujo sanguíneo al cerebro disminuye y se pierde el conocimiento un momento.

Los problemas médicos de Fornals, la baja indefinida de Bruno Soriano, la marcha del goleador Bakambu al fútbol chino y los problemas de Ruben Semedo, actualmente en la cárcel, hacen que este no esté siendo un buen año para el Villarreal.