A finales del pasado mes de julio se publicaba en el BOE el reconocimiento por parte del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación de los primeros 84 Viñedos Singulares de la DOCa Rioja, culminando así un proceso iniciado dos años atrás y que supone una evolución en la certificación de los vinos de Rioja, ya que concreta la trazabilidad hasta poner el foco en pequeños parajes o sitios rurales con características agrogeológicas y climatológicas propias y uniformes que los diferencian y distinguen de otros de su entorno, de los que se obtienen vinos con rasgos y cualidades singulares. Se trata de viñedos con más de 35 años de edad, con rendimientos limitados, cultivados de forma respetuosa con el medio ambiente y vendimiados manualmente. Los vinos elaborados con estas uvas se evaluarán por el comité de calificación en dos ocasiones, teniendo que ser considerado como excelente por la mayoría del panel de cata. Ya en el mercado, los vinos se diferenciarán en la contraetiqueta con la mención específica Viñedo Singular.

Por el momento ya hay cincuenta bodegas amparadas por la DOCa Rioja que tienen certificadas parcelas como viñedo singular, entre ellas la de Carlos Moro. El bodeguero vallisoletano, tras consolidar su proyecto de Matarromera en Ribera del Duero, materializó su apuesta por la DOCa Rioja en el año 2014 constituyendo la empresa Bodegas & Viñedos Carlos Moro, donde cuenta con veinte hectáreas de viñedo en propiedad (y otras 75 hectáreas controladas en los términos de San Vicente de la Sonsierra, Ábalos y Labastida) y una modélica bodega en el municipio riojano de San Vicente de la Sonsierra.

La parcela que ahora ha obtenido esta calificación, Viña Garugele, es una pequeña plantación datada en el año 1940 de 1,65 hectáreas ubicada al norte del Ebro, a pocos kilómetros del extremo noroeste de la Rioja Alta. Carlos Moro ya venía elaborando un tinto premium con las uvas de Tempranillo de esta parcela desde la añada de 2015, un vino de peculiaridades y personalidad inigualables, con aromas de finas frutas negras y una marcada mineralidad procedente del terruño Garugele. A partir de ahora, el vino de mayor expresión de Bodega Carlos Moro (incluido en la colección Selección Personal) lucirá el exclusivo sello de Viñedo Singular como garantía de origen y excelencia.