Opinión

Pepe Doménech

Dos finas finlandesas

Dos finas finlandesas.

Dos finas finlandesas. / Levante-EMV

Llegaron a la SFV dos importantes instrumentos que escuchamos habitualmente dentro de las orquestas: el violoncelo, hace pocos dias, y la viola en dos semanas. Siempre resulta conveniente acercarse a esos sonidos de manera individual, en su rol de solistas, hablando con su propio timbre y dejando ver (y escuchar) su capacidad y poder de comunicación por sí solos.

Dos finas artistas de la Europa del norte fueron las pulcras protagonistas de la nueva sesión de cámara. Senja Rummukainen y Noora Ylönen, a pesar de su juventud, llevan recorrida una rutilante carrera, tanto en recital o con sobresalientes orquestas y maestros de alto prestigio. Sobre el papel y por el repertorio elegido, todo auguraba un buen debut. Ellas tocaron con vehemencia, entrega y complicidad pero terminado el recital, el despago emocional fue la sensación de la mayor parte de los asistentes. De su compatriota Sibelius, escuchamos dos pequeñas obras del Op. 77: CánticoDevoción, originalmente para violín y piano, que el propio músico adaptó para cello.

El "arpeggione" fue un derivado de la "viola da gamba", creado por un luthier vienés en 1823, cuyo recorrido no fue mas allá del siglo XIX. Schubert compuso la Sonata en la menor, D. 821 para ese nuevo instrumento si bien en la actualidad se escucha desde el cello. Rummaukainen la expuso con valentía y arrojo, hermoso sonido y fraseo, y siempre con el piano exquisito de Ylönen, con sonido distintivo y robusto, y su técnica impecable. Por alguna razón, ellas decidieron abrir completamente el Steiway gran cola, por lo que el más que tricentenario cello de 1698, quedó sumergido por la densidad del teclado.

Original para cello y piano, la suite Pohádka (Cuento de hadas) del checo Janácek, fue vehículo para mostrar las calidades de ambas artistas finlandesas, quienes culminaron la sesión con la Sonata Op. 38, nº 1, para piano y cello, de Brahms, un manifiesto homenaje a Bach donde el teclado asume un rol superior al de mero acompañante. Muchos aplausos del publico que quedó esperando un bis. Helás!.

Sociedad Filarmónica de Valencia

Palau de la Música. Sala Joaquín Rodrigo Intérpretes: Senja Rummukainen, cello y Noora Ylönen, piano

Obras de Jean Sibelius, Franz Schubert, Leos Janácek y Johannes Brahms