A medida que el problema catalán se va agudizando, mi estado anímico va cayendo y mi consumo de ansiolíticos se va incrementando. Por este motivo estoy pensando en poner una demanda contra los culpables de que mi calidad de vida y mi salud estén empeorando. Está claro que si Cataluña se independiza sale de la UE y su admisión en la ONU tendrá que esperar. Por lo tanto, de momento, será un país aislado con el cual España no tendrá relación alguna. Yo tengo decidido dejar de pagar los préstamos que le debo a la Caixa y al Sabadell, devolver el recibo de Catalana Occidente y otras medidas similares. Está actuación la tendré hasta que sepa quién me va a indemnizar, y no creo que el Estado español permita que una entidad de un país todavía no reconocido pueda ir contra mis bienes. Los independentistas catalanes no habrían llegado tan lejos si los bancos y las grandes empresas les hubieran amenazado de forma contundente que de producirse la independencia ellos trasladarían su sede social. Sin bancos, sin poder emitir moneda y teniendo su deuda la calificación de bono basura, esta independencia no dura ni una semana.Pedro Morante Gutiérrez. Elche.