La Conselleria de Educación gastará este curso alrededor de 2 millones de euros por el alquiler de los más de 330 barracones provisionales que serán instalados en los centros educativos de la provincia de Castelló para suplir el déficit de instalaciones, según estimaciones facilitadas por el sindicato UGT.

Los cálculos de esta formación sindical coinciden con los de Comisiones Obreras; y ambos estiman un precio aproximado de 11 euros por mes y metro cuadrado, lo cual -teniendo en cuenta los diferentes tamaños de aulas prefabricadas utilizadas en Castelló- se traduce en un promedio global de 6.000 euros por barracón y año.

A juicio del sindicato, se trata de un gasto poco justificable si se tiene en cuenta que la existencia de aulas prefabricadas no se debe a procesos de construcción de nuevos centros educativos, dado que la Generalitat Valenciana no licita colegios o institutos de nueva construcción en la provincia de Castelló desde hace 3 años.

El portavoz de Educación de UGT, Laureà Puig, denunció ayer que el gasto en aulas prefabricadas provisionales "no tiene ningún sentido si no es porque se está construyendo un nuevo centro y se trata de una transición necesaria. No está sucediendo así y entonces es una pérdida de dinero público que se podría invertir en construir los centros y que está eternizando una situación de precariedad que atenta contra el derecho a la educación pública igualitaria y de calidad".

60 centros pendientes

Una de las principales causas de la proliferación de los barracones es el incumplimiento de las actuaciones previstas en el mapa escolar aprobado por la Conselleria de Educación en 2004, en el marco de los planes "Crea escola" y "Millora Escola". El primero de ellos se centra en la construcción de nuevas instalaciones y el segundo en la remodelación de las ya existentes. Siete años después, según fuentes sindicales, más de 60 de las actuaciones comprometidas todavía se encuentran pendientes de ejecución y ni siquiera disponen de presupuesto. Esta cifra, que podría parecer una estadística más de la contienda política, ha trascendido a la realidad de miles de estudiantes que terminarán su ciclo escolar sin pisar las instalaciones de un colegio de verdad, sin parches provisionales ni barracones de plástico prefabricados.

El Consell promete esfuerzos

El gabinete de comunicación de la Conselleria de Educación respondió esta semana ante las críticas del sindicato UGT que el año pasado logró eliminar 276 módulos prefabricados de los centros educativos públicos de la provincia de Castelló. En respuesta a la estimación sobre la cifra de barracones para el próximo curso, los portavoces de Educación insistieron en que no podrán facilitar la cifra exacta de alumnos que estudiarán en aulas prefabricadas en las comarcas de Castelló hasta que no finalice todo el proceso de matriculación del curso 2012-2013. No obstante, la Generalitat insistió en que confía en volver a reducir el número de módulos este curso, que comienza dentro de tres semanas. Eso sí, la conselleria no pudo asegurar que se cumplirá la promesa del presidente del Consell, Alberto Fabra, que se comprometió a erradicar las aulas prefabricadas durante esta legislatura que finaliza en 2014. "Vamos a seguir trabajando en esa línea, porque así ya lo anunció el presidente, poniendo todo el esfuerzo para solventar este tema en esta legislatura".

Cerca de 5.000

niños y adolescentes iniciarán el curso en aulas prefabricadas

Cerca de 5.000 niños y adolescentes de la provincia de Castelló comenzarán el próximo curso escolar en barracones debido al déficit crónico de infraestructuras educativas y al retraso de 10 años en el mapa de obras previstas por la Generalitat Valenciana, según datos facilitados ayer por el sindicato UGT.

En total, las mismas fuentes estiman que la Conselleria de Educación se verá obligada a instalar a lo largo de las comarcas de Castelló alrededor de 350 aulas prefabricadas para 5.000 de los 76.000 alumnos previstos en primaria y educación secundaria obligatoria (ESO).

Parte de ellas se mantendrán en diez centros educativos (con alrededor de 2.700 estudiantes) que todavía esperan la construcción del correspondiente edificio, algunos desde hace más de ocho años: colegio Jaume I de Vinaròs, colegio Ángel Esteban de Benicarló, colegio Benadressa de Castelló, colegio José Soriano de Vila-real, colegio Cardenal Tarancón de Borriana, colegio Pedro Alcázar de Nules e Instituto de Educación Secundaria (IES) Honori García de la Vall d'Uixó, así como el Número 5 Regina Violant, el Número 6 y el IES Álvaro Falomir de Almassora. A estos casos hay que sumar el de decenas de centros que tienen barracones complementarios, varios incluso desde el mismo día de su inauguración, en municipios como Peñíscola (Jaime Sanz), Vila-real (Francesc Tàrrega), Alcossebre (colegio La Mola), la Vall d'Uixó (en varios centros) o l'Alcora (IES Ximen d'Urrea).

En este contexto de recortes y precariedad en la educación pública, la Generalitat Valenciana pagará el próximo curso más de 50 millones de euros en subvenciones a 40 centros educativos privados en la provincia de Castelló, según desvela una comparativa de los datos facilitados por UGT y por la propia Conselleria de Educación. Además, el Consell incrementará este año en medio millón de euros las mencionadas ayudas por convenios con colegios o institutos privados de la provincia castellonense.