La vertiente geoespacial se presenta como una nueva alternativa para el aeropuerto de Castelló. Una compañía de Barcelona prevé lanzar nanosatélites al espacio a primeros de 2016 y baraja como base las instalaciones de Vilanova, que dispondrían de un hangar de mantenimiento y servirían de punto de despegue y aterrizaje del avión transbordador. La aeronave partiría de Castelló, luego soltaría un cohete en alta mar y volvería al aeródromo en una operación que se prolongaría una hora. Esta actividad sería complementaria con los vuelos comerciales, ya que el lanzamiento del satélite se haría fuera del recinto aeroportuario, destacó ayer a Levante de Castelló Daniel Ventura, jefe de operaciones de vuelo de Celestia Aerospace, una firma que acaba de nacer a fin de materializar esta iniciativa.

Ventura, que será uno de los pilotos que pondrá en órbita los nanosatélites, subrayó que estudian los aeropuertos de Castelló, Lleida, Teruel y Ciudad Real al considerar que reúnen el perfil adecuado. La empresa ya ha realizado un trabajo de campo en las bases citadas y en próximas fechas mantendrá reuniones con los gestores de los recintos aeroportuarios. La sede elegida se dará a conocer a finales del primer semestre de 2015, según Ventura.

«No tenemos ahora ninguna preferencia, pero el de Castelló es el tipo de aeropuerto que nos interesa, con bajo volumen de tráfico aéreo, por el espacio urbanizable y la falta de población», subrayó. También cuenta con la proximidad del mar. La fabricación del satélite se realizará en Barcelona y el aeropuerto dispondría de un hangar, donde permanecería la aeronave.

Castelló aparece como uno de los candidatos de esta iniciativa a pocas semanas de que empiece a operar. El gestor de la instalación, SNC-Lavalin, aspira a que los primeros vuelos despeguen a partir del 11 de diciembre, aunque es un plazo orientativo y todavía no ha cerrado la fecha.

«BioPharmaSAT» y «SemicondSAT» son los nanosatélites que la empresa desarrollará. Serán de reducidas dimensiones y de escaso peso. Para lanzarlos, Ventura explicó en un comunicado que utilizarán el sistema «Sagitarius», una plataforma aerotransportada con capacidad para alcanzar órbitas de hasta 600 kilómetros de altura, mediante un reactor supersónico desmilitarizado del tipo MiG-29UB y un cohete basado en un misil «arrow». «En un mismo vuelo podríamos lanzar hasta 16 nanosatélites en los cuatro misiles del avión», destacó la empresa.

Esta tecnología se dirigirá a universidades y a los sectores biofarmacéutico y del automóvil para que puedan experimentar sus productos sin gravedad. Hasta ahora, los satélites se proyectan con un horizonte de diez años y cuando están listos quedan desfasados para la industria, sostiene Ventura, que añade que este tipo de satélites se lanzan en la actualidad como carga secundaria en los cohetes habituales operados por las grandes agencias espaciales, «con lo que las empresas deben aguardar tanda, a veces durante años. Asegura que hay un «cuello de botella» para investigar en satélites y que su producto permite lanzarlos en un breve periodo de tiempo. «En estos momentos, una empresa que necesite hacer un experimento en el espacio ha de buscar sitio en un satélite convencional, buscar una empresa que lo haga, otra que lo lance y una tercera que gestione la información que transmite el satélite. Nosotros lo haremos todo y a un precio mucho más bajo», insistió.

Experimentos en el espacio

«La cristalización de proteínas o de materiales para la fabricación de semiconductores son dos de las utilidades que ofrecen los satélites porque en condiciones de microgravedad, estos procesos ocurren de manera diferente que en la Tierra», resaltó el portavoz. Celestia Aerospace nace con una inversión inicial por fases de 50 millones de euros. Ventura avanzó que ya tienen firmado un compromiso para lanzar 40 de los mismo cada año para un firma de comunicaciones encriptadas. La empresa, en la que trabajarán 40 científicos, ingenieros y pilotos, se encargará del lanzamiento, operación en órbita y gestión de datos. También ofrecerá a sus clientes la posibilidad de activar el sistema de lanzamiento mientras disfrutan del vuelo a bordo de un modelo Mig-29UB.