Ha marcado! ¡Ha marcado! ¡Mujeres y niños a los botes salvavidas! ¡Es el fin!». Así narraba el Daily Mirror a través de su twitter oficial el primer gol de Roberto Soldado como jugador amarillo. Queda claro que en Londres no se han tomado nada bien que al valenciano le haya costado 31 minutos marcar los mismos goles que en 24 partidos la temporada pasada en Inglaterra. Se reían algunos aficionados ingleses en las redes sociales incluso en la presentación porque lanzó una de las pelotas-regalo a los palcos del estadio en lugar de a la grada. Pues ahí tienen su respuesta. Debut y gol, como hicieran Víctor Fernández y Jonathan Pereira en el 2000 y 2006.
Entiendo que puedan reaccionar así a la vista del pobre rendimiento que en el Tottenham dio el hombre de los 30 millones de euros, pero lo cierto es que algo parece haber cambiado en el pistolero valenciano. Se le ve feliz. El pasado domingo se le vio peleón, entregado a la causa, rápido dentro de sus posibilidades físicas, pillo y acertado. Dos ocasiones tuvo y una fue al gamber. Está claro que puede ser un simple espejismo, que tal vez nos estemos dejando llevar por la ilusión de volver a tener en el equipo un killer goleador, a un hombre referente, pero lo cierto es que sus 65 minutos contra el Betis, lo que el cuerpo le aguantó tras una breve pretemporada, dan pie a la esperanza.
Como también Bakambu, quien dejó destellos de calidad en sus primeros 30 minutos de juego. Velocidad y potencia, no sin falta de calidad. El congoleño incluso tuvo el partido en sus botas, así como Nahuel, pero pese a no anotar también dejó muestras de por qué el Villarreal se ha fijado en él.
Soldado, Bakambu, Nahuel, Castillejo y Bailly fueron de lo más positivo de un partido que sin embargo nos deja un sabor amargo y un amplio margen de mejora. El Villarreal estuvo a merced de un recién ascendido a Primera División durante todo el partido y eso me preocupa, al margen del estado físico. Largo, muy largo se le hizo el partido al Villarreal y especialmente a un Bruno, quien harto de destruir, acostumbrado más al toque y a la posesión de la pelota, acabó siendo expulsado en una acción no necesaria que le acarreará suspensión. Y gracias que acabó ahí la cosa, porque pudo ser peor.
Lo positivo: Se pudo ganar, pese a no jugar un buen partido, y se sigue invicto sumándose a la pretemporada. Y todo ello con un equipo en formación donde arriba todo es nuevo, y a la espera de otro delantero, un extremo y un central. Además recuerdo que Valencia, Sevilla y Athletic, a priori llamados a pelear por Europa al final, tampoco lograron ganar.
