El Vinaròs recibirá una multa económica, dos jugadores y el delegado recibirán un severo correctivo (varios partidos de suspensión), pero en principio las instalaciones de la Ciudad Deportiva Cervol no será clausurado. No porque nadie de la grada lanzó objetos al terreno de juego, ni montó ningún altercado. Todo se focalizó en el terreno de juego y en dos de los tres futbolistas expulsados, junto al delegado local.

Será esta tarde-noche cuando se reunirá el Comité de Competición de la FFCV y mañana al mediodía hará oficial las decisiones. Vio roja el delegado Francisco Moyano y luego dobles amarillas Sergio Espinosa y Mohamed El Hadri, en los minutos 22 y 74. Ambas traerán graves consecuencias. Al primero, por los insultos y amenazas de muerte en repetidas ocasiones, y al segundo por los insultos y en especial por el cabezazo al asistente de tribuna, al que le fracturó el tabique nasal, y además provocó la suspensión del encuentro.

Luego de la justicia deportiva llegará la ordinaria porque el árbitro del partido, asistente y jugadores interpusieron denuncias de los unos contra los otros, sobre las que el juez decidirá. El delantero Mohamed ya no está en la disciplina del Vinaròs porque el club que preside Ximo Geira decidió expulsarle del equipo definitivamente.

Además, la entidad emitió una breve nota de prensa en la que, en nombre propio y de la Junta Directiva, quiso «pedir disculpas públicamente por los hechos ya conocidos acaecidos el pasado domingo, deseando no vuelvan a repetirse ni aquí ni en ningún otro campo de fútbol».