Diferentes agrupaciones regantes de Vila-real, y también de municipios limítrofes como Betxí, han iniciado conversaciones para explorar la posibilidad de crear un fondo común que les permita asumir los costes que suponen los robos en el campo, ante la creciente dificultad para que los seguros se hagan cargo de los mismos.

Estas conversaciones se han iniciado a raíz del último repunte de robos de contadores de riego en partidas de Vila-real (Pla Redó, Progrés y Pinella) y también de Betxí. El presidente de la agrupación de Regantes de Pinella, Vicente Serrano, explicó que entidades como la suya tienen «crecientes dificultades para que el seguro cubra los gastos derivados de este tipo de robos».

Según Serrano, «estamos ante una negociación constante, e incluso cambiamos de compañías regularmente, porque al estar los robos tan extendidos a las compañías no les interesa ofrecernos sus pólizas, o los precios que nos ofrecen son muy altos».

Es en este sentido que, coincidiendo con el último episodio en el que se han robado más de 300 contenedores, las agrupaciones han iniciado conversaciones para explorar fórmulas alternativas que les permitan hacer frente a estas y otras situaciones de rotura de filas o de robos de maquinaria en casetas o pequeños masets.

La solución pasaría por mantener asegurada la producción ante las inclemencias meteorológicas -más esporádicas y, por lo tanto, más atractivas para las compañías- y cooperar para crear una caja común que se haga cargo de las reparaciones necesarias cuando ocurren, por ejemplo, robos de contadores de riego, pues no es solo que hay que sustituir los aparatos robados sino también reconstruir las casetas.

El objetivo de los ladrones suele ser la pequeña cantidad de bronce que contienen los contenedores en su interior, pero para acceder a ellos tienen que forzar o romper la puerta de la caseta de riego y arrancar el contador, con lo que el coste para la agrupación de regantes es mayor de lo que cuestan los nuevos aparatos.

La sensación de desprotección es aún mayor porque se ha producido en plena campaña especial de la Policía Local en el campo, coincidiendo con los meses de recogida de naranja. En este sentido, Serrano apuntó que: «nuestras quejas no van dirigidas a los cuerpos de seguridad, sino que pedimos que cuando se detenga a un individuo por robos como este, que la pena sea ejemplar para que no reincida».

En este sentido, en la presentación provincial de la campaña agrícola que realizan los distintos cuerpos de seguridad se intentó tranquilizar a los productores asegurándoles que el endurecimiento del código penal referente a la multireincidencia funcionaría como efecto disuasorio, pero «a la vista está que de momento no funciona».

La concejalía de Seguridad Ciudadana es conocedora de estos sucesos, pero su titular, Javier Serralvo, indicaba la dificultad de coger a los ladrones con las manos en la masa, pese a que en meses como el actual la presencia de agentes en los caminos rurales aumenta significativamente. De hecho, en Vila-real hay en estos momentos dos patrullas del Grupo Rural y de la Unidad de Respuesta Policial patrullando tanto en horario diurno como nocturno.