La última jugada marcó sentencia. El Borriol sumó una valiosa victoria, por la mínima (1-0), ante el líder Atlético Saguntino en la última jugada del encuentro. El ariete Héctor Zaragoza envió al fondo de la red un balón suelto cuando su equipo jugaba con superioridad numérica por la expulsión de Miguel Ángel y Trilles. Los de Pedro Fernández Cuesta volvieron a sumar los tres puntos tras encadenar, fuera de casa, dos derrotas consecutivas.

Fue un partido físico y trabado en el que las ocasiones de gol llegaron con cuentagotas. Ambos conjuntos, muy bien ordenados defensivamente, dieron pocas opciones al rival. Y bajo esas condiciones, los de Cuesta salieron mejor plantados. El argentino Julián llevó la iniciativa en los primeros compases con dos disparos desde la frontal en el que el primero acarició el palo y el segundo, a los diez minutos, se estrelló en la madera. Pasado el cuarto de hora, de falta directa, Víctor Pino colocó el balón en la escuadra y Adrián acabó salvando el gol.

Tras los mejores minutos de los rojillos, el Saguntino reaccionó. El grauero Néstor Querol se marchó por velocidad por banda derecha, pisó área y disparó al palo corto en la primera ocasión que Eddy tuvo que intervenir. Y con el partido de idas y venidas, al filo del descanso, Vidal para los saguntinos y Gonzalo para los borriolenses gozaron de las últimas ocasiones de la primera mitad.

Tras el descanso fue el Saguntino quien ganó terreno y salió más intenso tras la reanudación. Juanjo Clausí tuvo el gol en sus botas en el minuto 50 con una doble ocasión que acabó sacando la zaga rojilla bajo palos. Cinco minutos más tarde, Vidal, desde dentro del área, erró incomprensiblemente tras un pase de Esteve. Por su parte, el Borriol intentó hacer daño a la contra. El Saguntino se quedó en inferioridad numérica por la expulsión de Miguel Ángel, por doble amarilla, al cortar un contragolpe. A raíz de ahí el técnico madrileño buscó la victoria e introdujo toda la artillería en los últimos minutos.

Además, antes de llegar al descuento, el ex del Borriol Marc Trilles fue expulsado por volver a cortar un contragolpe con dureza y dejó a su equipo con apenas nueve efectivos. En la última jugada del partido llegó el 1-0 que decidiría el duelo para los locales. Pedro Hidalgo colgó una falta al corazón del área que, tras varios rechaces, Héctor Zaragoza acabó empujando al fondo de la portería. Estalló la grada de alegría.