Una representación de los colectivos vecinales que todos los jueves por la tarde cortan la Nacional 340 en Vinaròs, Alcanar y la Atmella, para reclamar la gratuidad de la AP-7, se reunieron el jueves con la presidenta del Parlament de Catalunya, Carme Forcadell, y el presidente de la Generalitat de Catalunya, Carles Puigdemont. En ambas reuniones se explicó que tanto el sur de Tarragona como el norte de Castelló la N-340 soporta uno de los volúmenes de tráfico más altos del país, con un importante tráfico de camiones, y que carecen de autovías gratuitas. La única vía que puede aliviar el tráfico de la N-340 es la AP-7, que es de pago, y de ahí que la mayoría de vehículos vayan por la nacional.

En la reunión Puigdemont defendió las bonificaciones a los vehículos pesados en la AP-7, como se ha hecho en Girona aduciendo que se han reducido los accidentes a la N-II, explicó el representante de la asociación de vecinos Migjorn de Vinaròs, Sebastián Fabregat que asistió a estas reuniones.