La crisis trajo consigo consecuencias inesperadas, como un descenso en el número de rupturas matrimoniales. Separarse puede resultar caro y, para muchos bolsillos, el coste de abogados y pensiones es inasumible. La tendencia, pues, continúa a la baja en Castelló, donde se ha registrado una reducción de demandas de divorcio del 5, 7 por ciento en 2015 respecto al año anterior.

La estadística del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) revela que el número total de divorcios fue de 1.521 -frente a los 1.613 de 2014-. La mayoría de demandas (973) fueron de mutuo acuerdo, 40 menos que en el ejercicio anterior. El resto, un total de 548 fueron solicitudes de divorcio no consensuadas, que se redujeron aún más, ya que en 2014 se registraron 610.

También descendió el número de separaciones en 2015, aunque la diferencia no es muy significativa, puesto que se ha pasado de 78 a 71 en los dos últimos años, según los datos registrados por el CGPJ. También en este caso son más numerosas las separaciones consensuadas que las contenciosas.

Otro de los síntomas de la crisis detectados en los últimos años ha sido el incremento de de la modificación de medidas en procesos de divorcio o separación. Es decir, la petición de cambios en cuestiones concernientes a los hijos de la pareja como la pensión alimenticia o el régimen de visitas. En 2015 también se registra un aumento del número de procedimientos de modificación de medidas en Castelló, con 561 frente a los 528 del año anterior. En estos casos, llama la atención que la mayoría de procedimientos no son consensuados. Respecto a la guarda y custodia de hijos fuera del matrimonio, Castelló registró un total de 472 demandas, la mayoría sin acuerdo.

Encabeza el ranking

Si se desglosa la estadística judicial por comunidades autónomas, poniendo en relación las demandas de disolución matrimonial del total del año con la población a 1 de enero de 2015, se observa que el mayor número de demandas de disolución por cada 1.000 habitantes se dio en Canarias, con una tasa del 3,3, seguida de Cataluña y la Comunitat Valenciana, con 3,1, Andalucía, Asturias e Illes Balears con 2,9, y Cantabria y Murcia con 2,8. Todas superaron o igualaron la tasa media nacional, que fue de 2,8. Por el contrario, las tasas más bajas se dieron en Castilla y León, con 2, y en Navarra, con 2,1.