El atleta castellonense Pablo Torrijos, séptimo clasificado en triple salto en el reciente Mundial en pista cubierta de Portland, reconoció que su participación en el campeonato le ha «roto un poco los esquemas» porque ahora tendrá como reto para verano lograr la mínima y estar en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.

Torrijos, actual subcampeón europeo en pista cubierta con un salto de 17,04 metros en el campeonato que se celebró en Praga (2015), fue finalista hace unos días en Portland y finalizó el Mundial indoor en séptima plaza con una marca de 16,67 metros.

«No me sabe ni muy bien ni muy mal. Tenía el objetivo de quedar un poco más arriba y estar en unas marcas mejores, pero no pudo ser. Ese día me quedé un poco insatisfecho, pero al día siguiente me levanté de la cama, vi que estaba reventado y que lo había dado todo», comentó Torrijos, en la terminal 4 del aeropuerto de Madrid Barajas-Adolfo Suárez, tras aterrizar en un vuelo procedente de Dallas.

«Pensé que estaba para saltar más y lo intenté, pero gente con buena marca quedó por detrás. Ese día fue agridulce, pero luego le di un poco más de valor al puesto de finalista en mi primer Mundial en pista cubierta, porque una séptima plaza es para estar contento», confesó.

«Se han roto un poco los esquemas que tenía, que era hacer la mínima en invierno, pero no me importa, porque ahora el reto para el verano es conseguirla. Empezaré a competir a final de mayo, en la Copa de Europa de clubes, y más tarde en meetings», dijo.