¿Cuándo comenzó su andadura en la Universitat Jaume I de Castelló?

Empecé a trabajar en el proyecto de creación de la universidad de Castelló en octubre de 1990 con el profesor Michavila y su equipo. El entonces alcalde de Castelló, Daniel Gozalbo, fue el que me propuso a Michavila para que colaborase en ese proyecto como jefa de gabinete por tener experiencia en el mundo educativo, pues venía trabajando en la Delegación de Educación desde el año 1971, cuando tenía 19 años. Estaré eternamente agradecida a Daniel por pensar en mí y a Paco por aceptarme sin conocerme de nada. Acepté el reto y esto supuso un gran cambio en mi vida profesional. También tengo que agradecer a Guillem Badenes, entonces director territorial de la Delegación de Educación, que facilitó mi cesión.

¿Cómo fue el trabajo en la gestación de ese gran proyecto llamado Universidad?

Mi incorporación al proyecto hizo que conociera a nuevos compañeros y compañeras con los que trabajé de manera incansable durante mucho tiempo y con los que sigo guardando una buena y bonita amistad. Empezamos trabajando, en octubre de 1990 en la Casa dels Caragols para después trasladarnos a Penyeta Roja en abril de 1991 y, finalmente, en el año 1999 al Campus del Riu Sec.

¿Qué destacaría del primer curso académico?

El 19 de febrero de 1991 las Cortes Valencianas aprobaron por unanimidad la Ley de Creación de la Universitat Jaume I, se publicó en el Diario Oficial el 26 de febrero y el 14 de octubre de ese mismo año arrancó el primer curso académico. Los actos que se programaron, en octubre de 1991, para conmemorar el primer año los recuerdo con la ilusión que te da organizar algo que sabes que, con el paso del tiempo, va a ser un gran proyecto para la ciudad de Castelló y de sus comarcas, como así se ha demostrado en estos 25 años. Fueron muchos y muy variados los actos que se organizaron durante el mes de octubre de ese primer curso.

¿Algún acto en especial para guardar en su memoria?

De todos ellos guardo un gran recuerdo. El 8 de octubre se inauguró la exposición 'Construïm la Universitat' en el Centro Cultural Sant Miquel. En ese mismo mes, concretamente el día 9, el Teatro Principal de Castelló acogió un recital del artista Raimon, al que le siguió, el día 11 de octubre, una mascletà multicolor en la avenida del Rei En Jaume. También el Teatro Principal, aunque en este caso el día 13 de octubre, ofreció la actuación del concierto de Cámara Española. El solista fue Narciso Yepes. El 14 de octubre el por aquel entonces President de la Generalitat, Joan Lerma, presidió el Acto Académico de Apertura de Curso en el Campus de la carretera de Borriol. Al día siguiente, el 15 de octubre, el Puerto de Castelló acogió la Fiesta de Bienvenida a los estudiantes con un concierto del grupo Sonora Latina, diversos espectáculos de animación y castillos de fuegos artificiales desde tierra y mar. Fue un mes de mucha actividad en la Universitat Jaume I y marcó el inicio definitivo de un gran proyecto.

Usted que ha trabajado con todos los rectores que ha tenido la universidad de Castelló hasta el momento, ¿cómo valora la experiencia?

Trabajar con el rector Michavila fue una de las mejores cosas que me pudo pasar. Aprendí muchísimo con él y con su equipo. Teníamos mucha ilusión en el proyecto y eso se notaba en la manera de trabajar, de soñar y de no desfallecer. Cuando Michavila dejó el cargo en el 1993, continué en el gabinete con todos los rectores que se fueron sucediendo: Celestino Suárez (1993-1995), Fernando Romero (1995-2001), Francisco Toledo (2001-2010) y, finalmente con Vicent Climent desde el 2010 hasta noviembre de 2014, al llegar la hora de mi jubilación. Con todos ellos el trabajo fue muy intenso y satisfactorio y, de todos ellos, fui aprendiendo cosas nuevas que les agradezco. Los recuerdo con mucho cariño así como también a sus equipos de gobierno.

En líneas generales, ¿qué ensalzaría de su paso por la UJI?

Mi trabajo me ha proporcionado muchas alegrías. En el gabinete de rectorado he contado siempre con un equipo de compañeras y compañeros de una gran profesionalidad y calidad humana. También, debido a mis funciones, he podido conocer a grandes personalidades del mundo académico y artístico que nunca voy a olvidar. Entre otros voy a citar a algunos doctores Honoris Causa que más me impactaron por diversos motivos: Vicent Sos Baynat, Arcadi Garcia, Ramon Lapiedra, Germà Colon, Carles Santos, Matilde Salvador (Medalla), Eduardo Primo, Alfred Giner, María Ángeles Galino, Valentín Fuster, Muhammad Yunus, Amartya Sen, Joan Costa, Avel·li Corma, Adela Cortina, Manuel Vicent, Federico Mayor, Rosa María Calaf o Pierre Arnaud Raviart, último acto de doctor Honoris Causa que organicé el día antes de mi jubilación. Conocer a todas estas personas ha sido un gran honor para mí. Así como también a todos mis compañeros y compañeras de la UJI.

¿Con qué recuerdos se va?

Pues el de haber formado entre todos, día a día, una gran familia desde los comienzos de la UJI y a la que le deseo que continúe en esa línea de éxitos que está cosechando tanto a nivel nacional como internacional. Empezamos con cerca de 5.000 estudiantes y, en la actualidad ya son 14.000. Recordaré siempre con mucho cariño y respeto a mi universidad y ojalá que, en un futuro, mis nietos Ana, Hugo y Lucía sean estudiantes de la UJI y que se sientan orgullosos y emocionados al recordar que su abuela Emi participó en ese proyecto tan maravilloso como fue la creación de la Universitat Jaume I.