Ningún representante del Ayuntamiento acudió al almuerzo entre directivos del CD Castellón, de San Marino y de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). Sí acudió a la cita la Diputación, así como diferentes miembros de la oposición luego al partido. Finalmente, alrededor de 3.500 espectadores se dieron cita en Castalia. Menos que en 1997, en la primera visita de la sub-21, cuando se rozó el lleno con 11.000 espectadores, pero más que en la segunda y hasta ayer última, la de 2005, cuando la selección apenas congregó a unos 2.000 aficionados.

Por lo general, el ambiente fue familiar y festivo en Castalia. Los aficionados padecieron, como en el inicio del pasado play-off, colas en el acceso, al abrir el club menos puertas de las necesarias. Destacó la presencia del infatigable Manolo el del Bombo. Se escucharon algunos gritos de protesta hacia David Cruz, presidente del Castellón. Por contra, la afición entonó el himno del club en el tramo final del encuentro. El césped, otro de los objetos de discusión, presentó un aspecto mejorable pero digno. También fue digno el partido de San Marino. Al final, entregaron sus camisetas a los aficionados.