El desarrollo de Castellón a lo largo de las últimas décadas no se entiende sin echar una mirada a Europa, un guiño de complicidad a tantos proyectos hechos realidad y tantos sueños cumplidos en beneficio de los castellonenses. Las carreteras que utilizamos todos los días, el Parque Litoral del que disfrutamos con nuestros hijos o infraestructuras antiinundaciones que hacen más seguro nuestro espacio urbano tienen su origen en Europa. Sin ir más lejos, 13 millones de euros, con una financiación europea cercana al 80 % hizo posible que el litoral de nuestra ciudad sea hoy un espacio emblemático, estandarte de la calidad de vida y el respeto por el entorno. Instalaciones deportivas o espacios compartidos como el Edificio Urban nos recuerdan cada día que pertenecer a Europa hace posible materializar muchas de las ideas con las que avanzan nuestras ciudades. También grandes proyectos como el Corredor Mediterráneo o el TRAM nacen en Europa, aunando en este caso vanguardia, servicio, accesibilidad y sostenibilidad en favor de una ciudad más limpia, más humana, al alcance de todos y todas.

No puedo dejar de mencionar la iniciativa comunitaria que tuve el orgullo de liderar, «Castellón, ciudad Europea del Deporte», que contribuyó a poner el nombre de nuestra ciudad en mayúsculas en el mapa deportivo internacional, reportando no pocos beneficios y proyección a Castellón a lo largo y ancho del continente. A estas iniciativas se unen las que hemos puesto en marcha en los últimos años en materia de fomento de los usos urbanos de la cerámica y promoción alrededor de Europa de las prestaciones, la calidad y el diseño del azulejo castellonense. Proyectos como el UNIC o el CERURBIS han permitido iniciar el apasionante camino de construir una verdadera urbe con piel de cerámica, un escaparate de lo que somos capaces de hacer con un material tan nuestro como la cerámica. Otros programas llevados a cabo, que hoy siguen vigentes, nos permiten apostar por los emprendedores, premiando las ideas innovadoras y financiando las empresas sostenibles que nacen en Castellón. Se trata de Climate KIC, el Low Carbon Incubator, Ciudades Pioneras o Pioneros en Acción, entre muchas otras iniciativas. 600.000 euros que han permitido apoyar económicamente muchas de las nuevas ideas que nacen en Castellón.

Así es como Europa se ha erigido en los últimos años en un apoyo indispensable en nuestra apuesta por una ciudad más comprometida con el medio ambiente, más cercana a los ciudadanos, más innovadora. Un Castellón comprometido con hacer a los castellonenses protagonistas de su propio futuro, capaces de dibujar el mañana de la ciudad. Nacieron así, en el pasado mandato, los Foros de Urbanismo, que pusieron la semilla para un desarrollo urbano que hoy se plasma en realidades como el proyecto de regeneración urbana que el Gobierno de España y la Unión Europea han concedido a la ciudad de Castellón, y que supera los 10 millones de euros de subvención. Un proyecto que nació con el partido Popular que permitirá destinar no pocos recursos en los próximos años a renovar importantes espacios urbanos de nuestra ciudad.

Este proyecto, impulsado en el pasado mandato, es el reconocimiento a años de trabajo, a la convicción, traducida en hechos, de que la modernización, la innovación y la sostenibilidad eran el futuro para lo que hoy llamamos una ciudad «más habitable», pensada por todos y pensada para todos.

Ideas y sueños, en definitiva, que gracias al apoyo europeo, se traducen en realidades de las que disfrutamos cada día los castellonenses.