Las aulas estuvieron vacías y las calles se llenaron de manifestantes al grito de «la lucha sigue, cueste lo que cueste». Este es el balance de la jornada de ayer en la que huelga contra la Lomce fue, según fuentes de la Conselleria de Educación, seguida por un 90 por ciento de los estudiantes de secundaria y bachillerato de los institutos castellonenses, y el 70 por ciento del estudiantado de la Universitat Jaume I (UJI) de Castelló, tal como confirmaron fuentes de la UJI. Pese a que en la primera manifestación que tuvo lugar a las 12:00 horas apenas consiguió reunir a cerca de 400 estudiantes, tal como confirmó la Policía Local, la segunda manifestación, organizada por la Plataforma en Defensa de l'Ensenyament Públic, estuvo más concurrida. A las 19:00 horas se congregaron en la plaza de las Aulas sindicatos, profesorado, asociaciones y estudiantes que mostraron su repulsa a la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce).

El centro de atención lo acaparó la reválida por ser la única reforma que aún no se ha aplicado y de la que se desconoce la manera en la que se implantará. Así lo denunciaron varios estudiantes del IES Miquel Peris y Segarra quienes apuntaron que están dando la materia sin conocer los contenidos que se incluirán en la nueva prueba. «Si ha mitad curso nos dicen que son otros contenidos, todos estos meses de clase no habrán servido para nada», apuntaron.

Tras recorrer las principales calles de la ciudad, la manifestación volvió a la plaza de la Aulas donde la organización leyó el manifiesto en el que exigió la derogación de la Lomce, la paralización de las reválidas y la reforma universitaria así como revertir los recortes. Según expusieron, «los recortes han empobrecido la educación pública» y alertaron de que el Gobierno central «se ha comprometido con Europa a seguir recortando la inversión en educación hasta dejarla en el 3,7 % del PIB, igual que en los años 80». A este respecto, pidieron un «compromiso político» para «aumentar la inversión progresivamente hasta que se alcance el 7 % del PIB».

«Ha llegado la hora del cambio. No podemos permitir más agresiones a la educación, uno de los servicios públicos que más ha sufrido los recortes y las reformas del Gobierno central. Seguiremos luchando por un modelo educativo público, igualitario, integrador, laico, de calidad y en valenciano. Este es el modelo de escuela que queremos y, ahora, es el momento del cambio», concluyeron.