La asociación en respuesta a las adicciones y la exclusión social Patim atendió en el 2016 a 1.078 personas, el 34 % de los cuales por la adicción a la cocaína, con lo que se mantiene la tendencia de años anteriores.El consumo de esta droga, sola o combinada con alcohol o heroína, es la principal adicción que ha sido tratada en los centros con los que cuenta la entidad, según explicaron el presidente de Patim, Francisco López Segarra, y la coordinadora de programas, Inmaculada Galmés durante la presentación de la memoria del pasado ejercicio.

Galmés indicó que por detrás del consumo de cocaína se encuentran los casos atendidos por las adicciones no tóxicas (22 %) y el cannabis (20,5 %). Las adicciones no tóxicas «cada vez tienen más importancia». Al respecto, predomina la adicción al juego a máquinas recreativas y de azar (un 40 % del total de las no tóxicas), y le siguen las apuestas y la ruleta, y que en el 74 % de los casos responde a un perfil de persona con empleo y mayor de 35 años. Además, «está empezando a surgir una tendencia de adicciones a las apuestas deportivas» por parte de gente joven, y la revolución tecnológica también fomenta a que haya más adicción a este tipo de juegos online. Por todo ello, Francisco López apuntó que «va a ser uno de los principales problemas al que el Estado español va a tener que hacer frente».

De las 1.078 personas atendidas, 307 han sido a través de la prevención, 239 han recibido asesoramiento, 294 asistencia y 138 en el ámbito de la integración laboral.

Por otro lado, en 2016, Patim llevó a cabo 24 programas con siete colectivos distintos: adicciones y patologías, penados, población general, agresores, desempleados y familia.

En cuanto al estado económico, Patim cerró el pasado ejercicio con un superávit de 2.000 euros, después de cinco años de pérdidas, un beneficio que, para Francisco López, «es el principio de un nuevo camino». López también informó que la entidad ha cambiado su forma de financiación porque, como explicó «somos menos dependiente de la administración». «Ya no somos una organización tan dependiente de la administración, somos una entidad lucrativa socialmente», aunque remarcó que «las ayudas que recibamos deben seguir exigiéndose y formando parte de esta entidad».

En relación a estos resultados, Inmaculada Galmés, indicó que «está cambiando la tendencia de los recursos económicos, tenemos más ingresos propios que subvenciones» y «queremos seguir teniendo subvenciones pero intentamos generar ingresos para no depender tanto» de la administración pública.

En total, durante el 2016 la entidad se financió con un 55 % de ingresos propios, frente a un 45 % de subvenciones.

Francisco López también quiso hacer una mención especial a los voluntarios, que conforman el 33 % de los trabajadores de la entidad, y aunque su trabajo es muy importante «la profesionalidad y la creación de empleo y la dignidad debe estar presente».

Investigación con la UJI

La profesora de la UJI e integrante del grupo de investigación «Dimensión social de las finanzas, la contabilidad y la economía» (FACES), Iluminada Fuertes, presentó los resultados de un estudio común entre ambas entidades con el objetivo de medir el impacto social que genera el centro 'Los Granados' de Patim. Fuertes destacó que por cada euro que recibe la comunidad «devuelve a la sociedad casi 5» a través de los servicios que ofrece a personas afectadas por la adicción, exclusión laboral y violencia de género.