El grupo ecologista Gecen denunció este lunes que según se recoge a través de la aplicación web ParanyMap, al menos un 5% de los mismos siguen activos y que se les ha detectado «cazando o con signos evidentes de actividad: liga (pegamento) o plumas». La aplicación permite realizar un seguimiento exhaustivo de la actividad de caza ilegal y desde las ONGs medioambientales que la pusieron en marcha se hizo un llamamiento a la administración para perseguir esta actividad.

Gecen consideró a este respecto que el hecho de que «decenas de paranys permanezcan activos indica lagunas significativas en el control de este delito, por lo que la asociación exige subsanarlas tras 15 años de prohibición». La entidad indicó que «la adaptación del delincuente medioambiental al control de la administración y las consecuencias judiciales, es un acto delictivo recogido en el código penal, pasa por una adaptación furtiva consistente en la improvisación, las pocas horas utilizadas, las mínimas alteraciones a los árboles usados para cazar y evitar así su detección o la constante vigilancia del paranyer entre otras».

Las sentencias judiciales del TSJCV, Supremo, Constitucional y Tribunal de la UE consideran ilegal el parany, al igual que la legislación autonómica, estatal y europea. Gecen concluyó que «los inventos como la trampa del cesto-malla no tienen cabida en la legislación, lo mismo que cualquier otra trampa no selectiva, ni los pegamentos milagrosos de APAVAL de hace unos años».