El fútbol y los niños dominan el espacio de recreo en los colegios. Esta sería la principal conclusión que se extrae del informe elaborado por el coordinador de Igualdad y Convivencia, César Beltrán, del patio de Primaria de un colegio público de Castelló. Según el informe, realizado sobre un alumnado de alrededor de 150 niños y niñas, la zonas centrales del patio son ocupadas por un 92 por ciento de niños y un 8 por ciento de niñas y las zonas periféricas por un 35 por ciento de niños y un 65 por ciento de niñas. Asimismo, las actividades más activas son desarrolladas en su mayoría por los niños (un 88 por ciento) y las niñas realizan actividades pasivas en un 88 por ciento de los casos.

En cuanto a los juegos que se desarrollan a la hora del patio, la estrella es el fútbol, y todo gira entorno a este deporte. Las personas que invaden el campo o interrumpen el juego son advertidos por los alumnos que conforman los equipos. Asimismo, y por orden de número de participantes la clasificación seguiría así: pillar, baloncesto, palmas, escondite, toros, zombis, bailar, pilota valenciana, hablar, pasear, cartas, estudiar, tocar la flauta y leer.

En el estudio se explica que el fútbol ocupa los espacios más grandes y no dejan entrar otros juegos, y es el único espacio que se ha tenido que hacer un calendario para controlar su uso. Además, se juega por cursos y por clases y la mayor parte de intervenciones de los maestros para solucionar problemas son con el fútbol. También se observan conductas dominantes, discriminatorias e intolerantes.

En relación a la zona de tierra, suele ocuparse por las niñas, al igual que las zonas verdes, donde realizan actividades más tranquilas como pasear, hablar, estudiar, leer o tocar instrumentos, entre otros. Las niñas también ocupan las zonas periféricas rodeando a los niños que juegan a fútbol. Los alumnos más líderes y coordinados suelen ser lo que optan por el fútbol y si hay alguna niña suelen ser las que tienen mejores capacidades físicas y habilidades motrices. A este respecto, cabe señalar que, tal como se refleja en el informe, entre los niños que juegan a fútbol también los hay quien no suele tocar el balón pero siguen jugando para ser aceptados. Por último, es en el fútbol donde más conductas discriminatorias se ven y, si se cruzan dos juegos en el mismo espacio, los que miran mal a los otros son los que están jugando a fútbol.

Con el objetivo de regular esta situación, el Ayuntamiento de Castelló ha impulsado el proyecto «Patios coeducativos» en el que la profesora Sandra Molines está asesorando. El plan consiste en el análisis de la situación y la propuesta de ideas para acabar con el sexismo, no solo en el patio, sino en todas las áreas del colegio. Por ejemplo, algunas de estas propuestas son: instaurar el día de las ruedas para promover el uso de patines o monopatines en el recreo, abrir el espacio de la biblioteca también a la hora del patio, la posibilidad de que se pueda jugar en el gimnasio y permitir el acceso al aula de música, donde se podrían determinar dos espacios (uno para tocar instrumentos y otro para bailar). Ideas que deberán ir acompañadas por un trabajo coeducativo también en otras áreas como el lenguaje, el material escolar y, muy importante, la familia.