El cambio de las bases para ocupar la plaza de director de la banda municipal de Castelló no tiene marcha atrás. La Mesa de Negociación del ayuntamiento, en su enésimo intento, aprobó por fin ayer la incorporación, a la oferta de empleo público para 2018, de la polémica plaza, ocupada en comisión de servicios desde hace más de cinco años por José Vicente Ramón Segarra tras la jubilación de Francisco Signes. Tanto PP como Ciudadanos y los sindicatos UGT y CCOO, como estaba previsto, se opusieron, pese a que los informes jurídicos dan garantía plena a la validez y legalidad de las nuevas bases que han impulsado PSPV y Compromís con el respaldo de CseM.

Fue ya el pasado 11 de abril cuando en la Mesa de Negociación PSPV, Compromís y Castelló en Moviment aprobaron activar un concurso oposición de libre acceso para el citado cargo, anulando por ello las bases anteriores. Las críticas de PP y Ciudadanos, unido a la postura negativa de los sindicatos UGT y CCOO, llevaron a que el tema se quedase durante todos estos meses en punto muerto. Ahora, con el aval de todos los informes sobre la legalidad de este nuevo procedimiento, todo está activado.

Desde las formaciones que integran el Pacte del Grau se ha defendido en todo momento el sistema de concurso oposición «porque ni veta ni excluye a nadie». La polémica situación, enquistada desde hace cinco años, se ha tornado en especialmente tensa desde el año 2015, lo que ha provocado que haya 'dos bandos en la banda', los afines al actual director en funciones, José Vicente Ramón Segarra, y los quieren un cambio.

La historia de este conflicto, que ha generado una gran división en el colectivo, nos lleva al 21 de mayo de 2015, tres días antes de las elecciones municipales, cuando el equipo de gobierno del Partido Popular aprobó, bajo la firma del entonces edil de Hacienda, Juan José Pérez Macián, unas bases específicas rectoras del proceso para la provisión de la plaza de funcionario de director de la banda de música. Todo estaba preparado para José Vicente Ramón Segarra, quien incluso en un medio de comunicación local llegó a reconocer que las bases eran un mero trámite para mantener la batuta de director.

Pero la sorpresa llego cuando las urnas, tras las elecciones municipales de mayo, llevaron finalmente al PP a la oposición y a PSPV y Compromís al frente del ayuntamiento con el apoyo de Castelló en Moviment. Desde ese momento las disputas internas en la banda municipal han sido constantes, hasta el punto de requerir la atención psicológica para varios miembros de la banda municipal.