El conseller de Educación y Cultura, Vicent Marzà, respaldó ayer la intención del equipo de gobierno de normalizar el nombre de Castelló de la Plana, y destacó que es respaldada por expertos de tendencias ideológicas diferentes, en referencia, sin nombrarlo, al cronista oficial de la ciudad, Antonio Gascó.

«Se recupera un nombre que nunca se debía haber perdido», destacó Marzà al finalizar una rueda de prensa en la Casa dels Caragols de Castelló.

El conseller mencionó un manifiesto que ha sido impulsado uy firmado por el hijo predilecto y lingüista, Germà Colón; el cronista, Antonio Gascó; el representante del Institut de Estudis Catalans, Vicent Pitarch; y el profesor de la UJI y especialista en Derecho Foral, Vicent Garcia Edo. Ofrecen argumentaciones históricas y filológicas para justificar el único uso valenciano del nombre de la capital de la Plana. Según explican en el documento, «Castelló es etimológicamente un castillo pequeño, y eso responde a lo que era en un principio. Además, de la Plana es una constatación evidente y documentada desde que la villa se convierte en la capital de la Gobernación de la Plana en el siglo XIV. Por el contrario, Castelló en castellano designa un castillo grande, dimensión que jamás tuvo el Castell Vell. Así, la forma tradicional de Castelló de la Plana responde a una necesidad obvia».

«Respeto a los consensos»

El diputado autonómico del Partido Popular y exconcejal de Cultura en Castelló, Miguel Ángel Mulet, lamenta que el cambio de nombre pondría fin al consenso que se alcanzó, afirma, con la denominación bilingüe en la primera legislatura de José Luis Gimeno (1991-1995).

Subraya que esta opción, que también englobaba el callejero, fue aceptada por todos los grupos políticos de la época y «sin confrontación».

«Esa fue la tónica que se siguió hasta que llegó el equipo de gobierno actual», remarca el exregidor.