Acabaron muy tocados y sus caras los decían todo cuando pasaban por la zona mixta rumbo al autobús del equipo. Caras largas también en el aeropuerto de Lyon y entre la expedición villarrealense, pero en la cabeza de los jugadores solo una opción: remontar la eliminatoria.

«Ha sido una lástima. En esos cinco o diez primeros minutos de la segunda parte nos han hecho el 2-0 y, a partir de ahí, hemos mantenido la calma porque con un gol estábamos vivos. Lo hemos conseguido y hemos plantado cara, pero ellos que querían que se acabase el partido se han encontrado con ese zapatazo y nos han hecho el tercer gol. Nos vamos jodidos, pero seguimos estando vivos y el jueves vamos a dar mucha guerra en el Estadio de la Cerámica», comentó Manu Trigueros.

El centrocampista de Talavera fue uno de los que más buscó el gol, pero este no llegó. «Tendremos que salir a vigilar las contras que nos puedan hacer. Hoy (en referencia al partido del jueves) hemos hecho un buen encuentro pero ellos en tres zapatazos nos han dejado muy tocados. Sabemos que este equipo tiene calidad para darle la vuelta a la eliminatoria y el Lyon lo va a pasar muy mal en La Cerámica», advirtió el futbolista del Villarreal, quien no ocultó el hecho de que el equipo reacciona «cuando nos vemos por detrás en el marcador o en dificultades». «El jueves estamos por detrás y vamos a salir a muerte desde el primer minutos. Es lo que queremos hacer en todos los partidos. Ahora el rival ya nos conoce y sabe la calidad que tenemos, así que tendremos que darle una vuelta al ataque para generar más ocasiones y que llegen más goles».

Y es que para poner a cero el contador de la eliminatoria, el Villarreal deberá marcar dos goles y no encajar ninguno. «Tenemos que intentarlo. Hay que meter balones al área para que nos caida un rebote o un rechace y hay que darle una vuelta a todo para tener más movilidad, más maldad para hacer daño en ataque. Tenemos que trabajar en esta línea porque estamos perdiendo muchos puntos en los últimos partidos y tenemos también que volver a la seguridad defensiva que nos ha hecho estar arriba. Mantener la portería a cero de nuevo es clave», explicó el centrocampista.

Ahora el Villarreal deja a un lado la Liga Europa por un par de días y se centra en el encuentro del domingo contra el Espanyol a domicilio. «Es una buena piedra para nosotros. Tienen dos líneas de cuatro de calidad y luego sus delanteros, y habrá que estar atentos y mejorar las contras para que no nos hagan daño y poder ganar y recuperar la senda del triunfo, lo que nos dará más confianza», concluyó.