n El juzgado de Segorbe ha abierto juicio oral contra un ex trabajador del Centro de la Resurrección de Segorbe, F. Z. V, ex concejal del PP, por un supuesto delito continuado de abusos sexuales a una menor de 17 años que estuvo tutelada en este centro de acogida de la capital palantina.

Así se dictamina en un auto de noviembre de 2017 por el juez de Segorbe quien suscribe que el acusado, que estuvo 10 años trabajando en el centro, debe además presentar una fianza de 1.500 euros «en aseguramiento de las responsabilidades pecuniarias que pudieren declararse».

El caso, que será juzgado por el juzgado de lo penal de Castelló, se abre después de que la Fiscalía de Castelló solicitase tres años de prisión para este cuidador por, presuntamente, aprovechándose de su condición de educador, haber abusado de esta menor entre diciembre de 2015 y febrero de 2016. La portavoz de las Hermanas Terciarias, Regina del Peral, declinó ayer hacer cualquier tipo de declaraciones al respecto.

Fue la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra quien destapó en mayo, que el 14 de septiembre de 2016 se trasladó a la Fiscalía de Castelló una denuncia sobre este posible delito de abuso sexual acusando además a la directora del centro ahora cerrado por la Conselleria y gestionado por las Hermanas Terciarias capuchinas, de no informar del caso y de considerar que con el despido del educador «se había resuelto el asunto».

Los hechos se remontan a diciembre de 2015 cuando una profesora de FPA al que asistía la joven, se vio alertada por las preguntas sobre despidos por abusos sexuales de una de las menores y el 25 de febrero de 2016 lo puso en conocimiento de la Dirección Territorial que abrió expediente informativo e informó a la fiscalía. La menor, detalló en su día Oltra, relató que el educador le amenazó con expresiones del tipo «si no consientes vas a chupar pollas toda la vida», y en una ocasión le pidió que se desnudase y probase una camiseta que le había regalado (a lo que no accedió).

La vicepresidenta del Consell explicó que, según el relato de la menor, que obra en la documentación disponible, no había mantenido relaciones sexuales con el educador, pero que «cuando quedaban con otros amigos» de él, éste «la presentaba como su novia, intentaba besarla y, cuando pasaba por su lado, le tocaba el culo». Asimismo, la menor denunció que una vez había sido despedido el presunto abusador por parte del centro (a finales de enero de 2016), éste pasó varias veces por el centro de formación donde estudiaba ella, que le hacía caso omiso. Por su parte, el entonces novio de la menor confirmó que su novia recibía wasaps amenazándole de que si no quedaba con él tendría consecuencias negativas.