Las fallas ardían anoche en el último acto con fuerte carga emocional de esta edición, la del 45 aniversario. La jornada más fallera por excelencia, el día de San José, ponía el broche de oro a lo largo del día con algunos de los actos que generan un mayor sentimiento.

La misa en honor a Sant Josep abría la programación diaria con el testimonio de la figura del Crist de la Mar presidiendo el acto litúrgico, ya que hace unos días fue trasladado de su parroquia habitual de Sant Pere al templo de Sant Bertomeu para celebrar el novenario anual. La misa reunía a falleras mayores, miembros de la Junta Local Fallera y autoridades.

Posteriormente la comitiva se dirigía en pasacalle hasta el geriátrico Sant Bertomeu, lugar en el que los más mayores de la localidad recibían la visita de los representantes falleros y en el que se procedía a contemplar cómo ardía la falla del centro tras un aperitivo con pastas tradicionales. La habitual mascletà del día de Sant Josep ponía el sonido y el ritmo a cargo de Pirotecnia Tomás en la plaza Constitución. Aunque el día amaneció muy soleado, a mediodía las nubes hicieron aparición dejando un cielo encapotado típico de primavera.

Por la tarde el municipio se llenaba de visitante y turistas que con el móvil en mano registraban cada escena de los diferentes monumentos. La crítica y la sátira se preparaban para sucumbir al fuego gracias a su naturaleza efímera. Las llamas devoraban primero los pequeños monumentos, los infantiles, a partir de las 20.30 horas. Son estas fallas las que destilan toda la sabiduría de los artistas falleros condensada en poca altura. La falla infantil ganadora de esta edición, la de Els Cremats, ardía a las 21.00 horas.

Los monumentos de grandes dimensiones que han estado jalonando la ciudad en diferentes puntos del entorno urbano lo hacían más tarde, a partir de las 22.30 horas. Las primeras en arder fueron El Caduf y La Carrasca, seguidas por el Grill y la Barraca, Els Cremats y Amics del Foc, El Campanar y Conquistaors, El Mercat Vell y la Paperina, Nou Barri y L'Embut, y, finamente, quemaba la falla ganadora, la Falla Benicarló.

Tras finalizar las fiestas, la JLF ya se prepara para organizar un nuevo evento de conmemoración que reunirá en Benicarló a todas las falleras mayores de la Comunitat.