?

El Tranvía de la Mar, el proyecto más ambicioso de la historia para unir la playa y el Grau con el centro de Gandia será una realidad hacia septiembre de 2011. Así lo señaló ayer el alcalde, José Manuel Orengo, en una comparecencia a la que también asistieron los dos hombres fuertes del gobierno local, Alfred Boix y Fernando Mut.

Orengo se entrevistó el pasado viernes en Valencia con el director general de Transportes de la Generalitat, Vicente Dómine, y otros altos responsables de la Conselleria de Infraestructuras. Aunque estaba anunciado, al encuentro no pudo acudir el conseller Mario Flores. En esa reunión los responsables de la Administración autonómica transmitieron al alcalde la noticia que esperaba: el proyecto del tranvía ha quedado desbloqueado y, si no fallan las previsiones, el Consell licitará en un mes las obras en el tramo desde la estación de Renfe hasta el Grau, valoradas en más de 16 millones de euros a cargo del llamado Plan Camps.

El segundo tramo, entre el Grau y la primera línea de la playa, a la altura de la calle Cibeles, correrá a cargo del Ayuntamiento de Gandia y de la empresa que, en su momento, se adjudique la gestión de toda la línea. La inversión también rondará los 16 millones de euros. Según indicaron ayer los responsables municipales, se está estudiando en este momento si la prolongación desde el Grau a la playa se hace por el puerto o por el campus universitario.

Con una evidente satisfacción, Orengo, Boix y Mut señalaron que este proyecto estrella es "un sueño colectivo que no tendremos que imaginar mucho tiempo más", a lo que añadieron que las obras se podrían iniciar el próximo verano con un plazo de ejecución de entre 12 y 14 meses.

Orengo no dudó en calificar el Tranvía de la Mar como un proyecto "estratégico" y "dinamizador de la economía de Gandia", dado que unirá "la mejor playa de la Comunitat Valenciana" con el centro histórico, "un atractivo turístico, cultural y comercial", y con la nueva imagen del puerto, que se remodelará, incluyendo un palacio de congresos, de la mano del arquitecto Renzo Piano.

Tanto Orengo como Mut resaltaron en todo momento la "colaboración" entre el ayuntamiento y la Generalitat para hacer realidad esta actuación, y anunciaron, para cuando el tranvía empiece a rodar, que será necesario reorganizar el sistema de transporte, tanto en la ciudad como en la playa, especialmente en lo que respecta a la empresa que ahora explota la línea de autobuses que comunica la fachada marítima con la ciudad.