Salvador Trotonda es uno más en la fiesta. Bueno, uno más tampoco, porque este año es el capitán moro de las fiestas de Moros y Cristianos de Pego. Salva pertenece desde niño a la filà Al-Hagamba-Muza. Tiene 29 años y está orgulloso y muy contento de ocupar un cargo tan relevante en las fiestas de su pueblo. Como le ocurre a tanta gente, es de natural introvertido, pero cuando está en su filà, junto a su padre Tito y su hermano Pepe, se transforma en un joven abierto y alegre. Salva tiene síndrome de Down. Pero, en la fiesta, es uno más.

"Para nosotros ha sido una gran satisfacción que la filà lo propusiera para ser capitán moro", dice su padre, Pepe (Tito) Trotonda. Él no sabía que sus compañeros en Al-Hagamba-Muza, una histórica filà en las fiestas de Pego también conocida como la Gamba, habían decidido que Salva fuera su máximo representante en este año que tienen la capitanía mora. "Llevas toda la vida luchando por la integración. Por romper barreras. Pero nunca esperas que sea tu filà la que lo vea tan claro. De verdad, fueron todos sus integrantes los que querían que mi hijo fuera el capitán moro", destaca Tito.

En la kàbila de Al-Hagamba-Muza, Salva se siente como en casa. Saluda a todos los que van llegando. Va de un corrillo a otro. Abraza a su hermano cuando éste llega. Sonríe siempre.

"Sí, aquí se siente como uno más", asiente su padre. "Creo que la mejor forma de romper barreras es que una persona con discapacidad pueda en todos los sentidos integrarse. Cuando está fuera de la kàbila es más tímido, pero aquí pierde la vergüenza".

Este joven y su filà han roto barreras. Salva es el primer capitán moro con síndrome de Down. En su grupo todos están orgullosos. La fiesta marca, esta vez, el camino de la integración.

Tito cuenta una anécdota definitiva de lo a gusto que se siente su hijo en su kàbila y con sus compañeros. "A Salva le encanta el puchero, pero la paella y los arroces secos no le gustan demasiado. Hace unos años, cuando en la filà de mujeres de su madre hacían puchero y aquí paella, se iba con ella. Pero ahora no se marcha ni por el puchero". Esta claro que para este joven Al-Hagamba-Muza es más que su filà; es su segunda familia.

Su padre recuerda con el corazón encogido el día de la presentación de los capitanes. "Fue increíble. Mucha gente lloraba de emoción", dice.

"Transmitir alegría

y conciliación"

El saluda del capitán moro de Pego en el libro de fiestas es todo un alegato a favor de la integración. "Posiblemente algunos se extrañen de que una persona discapacitada como yo haya sido elegida para representar este cargo, pero si entendemos esta fiesta como un homenaje a la convivencia entre culturas, que parodia las guerras antiguas y reivindica la paz, convendréis conmigo que la figura del capitán debe transmitir alegría y conciliación, y no violencia ni agresividad". Salva Trotonda dice que alguien como él seguramente no podría "capitanear batallas cruentas". "¡Y ni falta que hace!". añade. "Pero las cosas de la paz podemos ejercerlas con la misma dignidad que cualquier otra persona simpática y bienintencionada, sea cual sea su raza y condición".

También aclara que el saluda no es sólo cosa suya. "Pero no es ninguna vergüenza que esta redacción haya estado preparada por gente de Al-Hagamba Muza. Al fin y al cabo, son mis amigos, los amigos de mi padre y de mi hermano, y las personas que mejor conocen mi espíritu y mi forma de pensar". a. p. f. pego