La presentación del proyecto de reordenación viaria de la zona comercial de Alfafar, un antiguo polígono reconvertido en macrocentro comercial a pesar de que no disponía de las infraestructuras necesarias para tal actividad, levantó ayer ampollas entre muchos de los comerciantes que actualmente tienen un negocio en el área, convencidos de que la nueva distribución acabará con el éxito de sus establecimientos.

El plan, aprobado ya por Fomento y requisito imprescindible para que pueda ejecutarse el nuevo espacio de Alfafar Parc -el lugar donde Ikea tenía previsto instalarse hace años, frente al Mn4-, levantará tres pasos elevados sobre algunas de las rotondas de acceso a la zona para darle fluidez a la circulación. Asimismo, convertirá muchas de sus calles en vías de un único sentido, edificará una nueva glorieta y construirá una carretera de servicio paralela a la Pista de Silla, en sentido hacia Valencia, para distribuir el tráfico y aliviar las actualmente más que saturadas entradas al área comercial, rebautizada como Porta Sud.

Se trata, en realidad, de crear un circuito por toda el área comercial -la existente y la que nacerá con Alfafar Parc- que, si bien en algunos casos obligará a los conductores a recorrer más distancia, eliminará obstáculos y acortará los tiempos de llegada.

La ejecución del proyecto exige un desembolso de 15 millones de euros. El dinero saldrá de los bolsillos de los propietarios del suelo y del propio ayuntamiento una vez que se cierre un acuerdo con una empresa lo suficientemente importante -"llámese Ikea o llámese El Corte Inglés", repitió ayer de nuevo el alcalde de Alfafar, Emilio Muñoz- como para que se convierta en el motor de la zona.

Pese a que los actuales comerciantes no tendrán que poner ni un euro para llevar adelante el plan -y eso que se estima que sus clientes supondrán el 67 % del tráfico que soportará el área-, muchos de ellos no acaban de verlo claro. La eliminación de uno de los dos accesos que hoy en día llevan directamente de la Pista de Silla a la zona comercial fue la espoleta que ayer hizo saltar la chispa de su preocupación. Cuando se ejecute el proyecto, será un colector viario -una vía de servicio que discurrirá paralela a la Pista de Silla hacia Valencia- el que distribuya la circulación hacia Porta Sud. Las actuales entradas seguirán en funcionamiento, aunque no serán accesibles directamente desde la autovía, sino desde ese colector. De esta forma, se evitarán las retenciones que cada fin de semana se agolpan en la V-31.