El arqueólogo de la Universitat de Valencia, Josep Antoni Ahuir, alerta del deplorable estado del yacimiento íbero de l'Alt de Benimaquia a causa del ataque de furtivos, animales, vegetación y meteorología. Ahuir reclama una intervención de puesta en valor para salvar este espacio arqueológico que califica como el lugar por el que pudo entrar la cultura del vino en España, así como el centro de producción de vino en lagares de obra más antiguo de la península.

Ahuir ya explicaba en su comunicación "Una propuesta de Musealización y Gestión del Yacimiento Íbero de l'Alt de Benimaquia" presentada ante expertos de todo el mundo, que participaron en una conferencia del órgano asesor de la Unesco para la declaración de paisajes de la humanidad celebrada en Requena, que los numerosos hoyos en busca de materiales arqueológicos en el perímetro del poblado practicados por los furtivos es uno de los numerosos problemas que afectan a la conservación del entorno arqueológico.

El yacimiento también sufre los los efectos de la meteorología, que afectan directamente a las diferentes estructuras de piedra. La vegetación, que crece de forma indiscriminada por el área triangular de la excavación y la entrada de animales, sobre todo conejos, que han establecido su residencia en el lugar, están provocando problemas notables en el yacimiento, que de no atajarse pueden provocar pérdidas irreparables, según Ahuir.

El experto manifesta, que este poblado íbero de l'Alt de Benimaquia puede ser el primer referente de la entrada de la cultura del vino en la península, como lo prueban las más de 7.000 pepitas de uva, procedentes de los procesos de elaboración de vino, que se han encontrado en las diferentes campañas de excavación que comenzaron en los años 60 del siglo pasado. También resalta los restos de tres lagares de obra para la producción de vino que se encontraron, los más antiguos de España de este tipo, según el arqueólogo. Además de las numerosas ánforas indígenas, inspiradas en el modelo fenicio, donde presumiblemente se almacenaba la producción vitícola del asentamiento, que han salido a la luz.

Propuesta de puesta en valor

Para evitar la destrucción de este enclave histórico el arqueólogo hizo pública una propuesta de puesta en valor que contempla en primer lugar el acceso, delimitación y señalización del yacimiento, que pueda protegerlo del urbanismo desaforado de los últimos años. Para continuar con su consolidación y restauración. Y la creación de un centro de interpretación con recursos y contenidos. En resumen, un proyecto que abarca restauración, protección, integración y componente didáctico.

Un recinto con

más de 2.500 años

de antigüedad

El poblado de l'Alt de Benimaquia está ubicado en Denia, en el extremo noreste del Montgó. Data del ibérico arcaico y pleno (siglos VI-III a. C.). Está fortificado por una muralla de 100 metros de longitud y una anchura de entre 1,5 y 2 metros y una altura conservada de 2,8 metros, que cierra un espacio triangular y presenta 6 torres adosadas de fábrica semejante a la del muro. En el perímetro aparecieron restos de cerámica con decoración geométrica posiblemente de los siglos V a III a. C. Recientemente, las excavaciones sacaron a la luz tres lagares de obra destinados a la elaboración de vino y ánforas indígenas, de tipo fenicio, presumiblemente destinadas a almacenar la producción de vino del poblado.