Un vecino del Port de Sagunt se enfrenta hasta a 600 euros de multa por no cumplir las nuevas normas de la suelta de patos vivos que este año impuso el ayuntamiento por primera vez, después del cambio legislativo que ha permitido retomar un acto prohibido desde 2006 a 2010 tras la denuncia presentada por una sociedad protectora de animales.

En el expediente de sanción abierto por el ayuntamiento, al hombre se le acusa de haber recogido un pato "sin seguir las instrucciones del bando municipal" ni estar autorizado. Esto, según informó el consistorio, puede ser constitutivo de una infracción del artículo 50 de la Ley 14/2010 de la Generalitat, de Espectáculos Públicos, Actividades Recreativas y Establecimientos Públicos. No obstante, el consistorio debe determinar ahora si fija una sanción que podría ir desde un simple apercibimiento a una multa de hasta 600 euros.

El ayuntamiento aseguró ayer que este comportamiento irregular "fue detectado por la propia federación de peñas y denunciado en el mismo momento a miembros de la Guardia Civil que estaban en el acto e identificaron "in situ" al infractor". El consistorio insistió en su nota que este expediente sancionador "es el único hecho lamentable" que se produjo en la celebración. Ahora bien, como admitían desde las peñas, agentes de paisano de la Guardia Civil impidieron que dos personas salieran del recinto portuario con los patos que habían cogido en el agua, pese a que el ayuntamiento obligaba a devolverlos.

El presidente de las peñas apludió la medida. "Me parece muy bien que si alguien incumplió las normas, lo sancionen".