Parecía que la crisis no iba con el Ayuntamiento de Xàbia que, durante los años en los que estuvo en vigor la ponencia catastral de 2005, ingresó de IBI dinero a espuertas. Pero el pasado mes de abril el Tribunal Supremo tumbó esa ponencia, conocida como catastrazo. De golpe, el consistorio más saneado se vio privado de 11 millones de ingresos de IBI. Y eso no es lo peor. A día de hoy, no ha recaudado ni un euro de este impuesto que, tras el pinchazo de las licencias de obra, es el único que sostiene las maltrechas economías de los ayuntamientos.

Sin ingresos de IBI, Xàbia ve peligrar su liquidez. Las arcas municipales están tiesas y más pronto que tarde no habrá dinero para pagar facturas. Y ya es paradójico pues este pueblo fue de los pocos de la Comunitat Valenciana que no se acogió al plan estatal de pago a proveedores.

El equipo de gobierno (PSPV, Xàbia Democrática y CpJ) no quiere verse en ese atolladero. El alcalde, el socialista José Chulvi, anunció ayer, junto a los portavoces de Xàbia Democrática, Óscar Antón, y de CpJ, Juan Ortolá, que van a pedir al Estado que les adelante 5,3 millones de euros para salir del paso mientras se desbloquea el cobro del IBI. Tras anularse el catastrazo, la Dirección General del Catastro debía enviar un nuevo padrón basado en los valores de 1995. Pero ese padrón no llega y el ayuntamiento no puede empezar a emitir los recibos de IBI.

El gobierno local prefiere, por tanto, "prevenir antes que curar". Esa fue la expresión que utilizó ayer el alcalde, que explicó que, ante la eventualidad de que "no nos envíen el padrón a tiempo, recurrimos a este mecanismo de financiación". Xàbia es el primer municipio de la Comunitat que se acoge a ese rescate para ayuntamientos que tienen congelado el cobro del IBI.

Óscar Antón, que también es concejal de Hacienda, precisó que la Ley de Presupuestos "da la posibilidad de pedir un anticipo de hasta un 75 % de lo que después se percibirá de IBI". El consistorio espera ingresar casi 13 millones de euros. Pero la cantidad que se recaudará de inmediato, porque corresponde a propiedades que no han sufrido variaciones ni de obra nueva ni jurídicas, es de 7 millones. Y el 75 % de esa última cifra, el máximo posible, son los 5.382.714 euros del rescate al que lo fía todo un ayuntamiento que hasta no hace mucho presumía de músculo financiero.

"No es un préstamo"

"Es un anticipo, no un préstamo. El dinero lo devolveremos sin intereses", aseguró el alcalde. El Tesoro Público adelantará los cinco millones en cuatro mensualidades (la primera debería llegar el 1 de septiembre). Pero, en el momento que la Dirección General del Catastro remita el nuevo padrón, el rescate se cancelará de inmediato.

El alcalde ha convocado un pleno extraordinario para este jueves para solicitar el anticipo al Tesoro Público y pedirle que apruebe el plan de reintegro que propone el consistorio.

Ese plan consiste en retornar el dinero en tres pagos. El primero se haría un mes y 20 días después de recibir el padrón del IBI. Así el ayuntamiento tendría tiempo para llenar algo una hucha que ahora cría telarañas.