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Más de un año después de la interrupción de los trabajos en la carretera CV-561 entre Sant Joanet y Villanueva de Castellón, las obras siguen paradas y el desvío, un tramo de apenas 1,4 kilómetros, cerrado al tráfico. El alcalde de Sant Joanet, Evaristo Ribes, ha vuelto a reclamar a la Diputación de Valencia que concluya estas obras y permita la circulación pues, según se queja, «para ir a Castelló tenemos que dar mucha vuelta». Y es que, a falta de esta carretera, los vecinos de Sant Joanet deben recorrer 6 kilómetros hasta la Pobla Llarga para, desde allí, dirigirse a Villanueva de Castellón.

La diputación cortó esta carretera para ampliarla y mejorarla en marzo de 2011. Según Ribes, la actuación ha permitido ampliar la calzada de 4 a 10 metros y además se habilitará un carril paralelo para uso peatonal y ciclista de 6 metros de ancho que conectará ambos municipios. Este paseo sólo se había diseñado en el término de Sant Joanet, pero la diputación ha decidido prolongarlo en Villanueva de Castellón, lo que está retrasando el final de la obra, anunciado para octubre de 2011. El alcalde de Sant Joanet se queja de que la calzada ya está acabada desde octubre del año pasado y, no obstante, se mantiene cerrada.

La CV-561 era una carretera bastante peligrosa en la que se habían producido accidentes mortales a causa de su estrechez. El alcalde advierte que ahora, tal como está, constituye también un peligro: «La juventud la utiliza para hacer carreras y no está señalizada», señala. La actuación realizada tiene una longitud total 1.400 metros y conecta la rotonda existente a la salida de Sant Joanet, con la rotonda de nueva ejecución que se está llevando a cabo en los trabajos de la variante de Villanueva de Castellón. Adosado a la carretera por el lado derecho se prevé la construcción de un carril ciclo-peatonal de 4 metros de anchura, separado de la calzada mediante una jardinera de 1,5 metros de anchura e iluminado en todo su recorrido.