La Asociación Regional Valenciana de Agricultores (ARVA) ha formalizado una denuncia ante la Fiscalía de Medio Ambiente para que investigue la posible ilegalidad de una decena de canteras de Camp de Túria y Los Serranos. Las canteras están abiertas en Domeño, Benaguasil, Llíria y Casinos. Ayuntamientos como el de Llíria aseguran que están tomando medidas para regularizar la situación.

El colectivo afirma en el escrito de denuncia que ha constatado que en las canteras se ha venido realizando por parte de personal no autorizado pero perteneciente a alguna de ellas extracciones de áridos incontrolados. La denuncia apunta que algunas de las extracciones se han realizado «incluso con nocturnidad y de manera clandestina sin que lógicamente se cumplan las más elementales normas de protección medioambiental y paisajística».

La Asociación Regional Valenciana de Agricultores sostiene que una parte de las diez canteras denunciadas carece de licencia de explotación, efectúa las extracciones sin respetar las distancias mínimas marcadas por la normativa (afectando a la actividad agrícola y sin rehabilitar el terreno sobre el que se actúa). Además, varias canteras „siempre según la denuncia„ no disponen de vallados, extraen a una profundidad mayor de la permitida y efectúan vertidos contaminantes incontrolados.

El colectivo mantiene que ha efectuado en varias ocasiones reclamaciones a los ayuntamientos de la zona sin que «sorprendentemente conste que se haya efectuado extracción alguna» a pesar de que «se han alterado caminos y dañado huertos».

La denuncia cita expresamente la supuesta inactividad del Ayuntamiento de Llíria. Sin embargo, un portavoz municipal desmintió que no hayan tomado medidas. «El ayuntamiento está tratando desde hace tiempo de poner orden y regularizar el sector. El problema es que la mayoría de las canteras tenían licencia de extracción minera. Es un tema administrativo complejo porque requiere modificaciones del Plan General de Ordenación Urbana», señaló.

Inspecciones del Seprona

La denuncia incide en que el colectivo ha tenido conocimiento de «la existencia de varias inspecciones efectuadas por el Seprona al que al parecer confunden exhibiendo permisos de la década de los setenta y que en algunos casos son de explotaciones ya extraídas y agotadas y en otras de inexistentes». El escrito hace referencia a una de las empresas que podría estar realizado extracciones ilegales y que además por las noches «se dedica a soterrar materiales tales como plásticos y otros inertes diversos».