La propuesta de concesión de una ayuda de 500 euros a la asociación de campaneros abrió el jueves una grieta en el equipo de gobierno de Alberic. Coalición Valenciana y el concejal del grupo popular Benjamín Nogués votaron en contra de incluirla por urgencia en el pleno y el alcalde, Toño Carratalá, se quedó en minoría y sin posibilidad de debatirla ni aprobarla.

La intervención del portavoz de CVa, Javier Cervelló, reveló que no se trata de una cuestión de trámite. Cervelló acusó a sus socios de gobierno de tener «claros propósitos electoralistas» y ayer no bajó el tono al señalar que «es una prueba más de que no nos respetan para nada». Como mar de fondo, el malestar por tramitar esta subvención por vía de urgencia a una asociación que se ha mostrado muy crítica con el ayuntamiento en el conflicto por el toque nocturno de las campanas -«nos han ridiculizado», recordó Cervelló-, un asunto que gestionaba el edil de CVa Pepe Martínez, y porque fue Martínez quien «pagó de su bolsillo» los 300 euros del mecanismo para silenciar las campanas por la noche.