La historia de Dénia da para muchos enfoques. El departamento de Cultura y el Museu Arqueològic proponen ahora una mirada del todo inédita. Tras el éxito de las rutas de la pansa, llega el momento de buscar las huellas de la religiosidad. La edil de Cultura, Pepa Font, y el director del museo, Josep A. Gisbert, presentaron ayer el ciclo Loca Sacra. Paisatges sagrats de Dénia. Comienza el 6 de septiembre con una visita guiada a la Cova de l'Aigua, en el Montgó, que en época de los romanos fue lugar de ofrendas propiciatorias. Las rutas recorrerán toda una geografía de creencias y religiones. La Caseta del Pare Pere, también en la falda del Montgó, es lugar obligado de visita. Gisbert avanzó ayer que antes del fraile franciscano ya hubo otros eremitas. El poder telúrico del Montgó inspira creencias.

El tossal de Sant Nicolau, les Rotes y Olimbroi fueron lugares de veneración en época musulmana. Este ciclo, que se prolonga hasta el 23 de marzo, también recorrerá las ermitas de Santa Paula, Santa Llúcia y el antiguo monasterio de los Jerónimos de la Plana del Montgó. En todos estos loco sacra hay evidencias de antiguos cultos en época romana y andalusí. Gisbert explicará como las religiones dominantes ganan para su causa los antiguos lugares sagrados.

Este ciclo tiene el mismo formato que el de las rutas de la pansa. Tanto la edil de Cultura como el director del museo coincidieron en que las excursiones de la pansa han sido un éxito de participación. Plantearon que para la próxima edición los participantes realicen una aportación para que los dueños de riuraus y calderas (todavía hacen l'escaldà del raïm) puedan conservar ese patrimonio etnográfico.